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Diseño: Gerardo Morán |
El argentino Fernando Sorrentino ha venido publicando una
obra sostenida, sustentada centralmente en cuentos, en la que nos habla del
absurdo cotidiano y de las situaciones infrecuentes que puede, o no vivir, la
conflictuada criatura contemporánea. Dos antologías de cuentos de Sorrentino publicadas
en España resultan el mejor motivo para hablar de y con este prolífico
escritor.
En los últimos tres años (y algunos meses más) al escritor argentino Fernando Sorrentino le han publicado en España dos antologías de sus cuentos, humorísticos y punzantes, atentos a la (tantas veces) sinrazón de la existencia o, en todo caso, a su absurdo cotidiano.
Ambos títulos, Los
reyes de la fiesta, y otros cuentos con cierto humor y Para defenderse de los escorpiones, y otros
cuentos insólitos, nacieron de una propuesta del editor Del Río Fortich,
quien sorprendió al autor de Sanitarios
centenarios con su proyecto de publicación. O más bien, de publicaciones.
El primero de los libros apareció en 2015 y el segundo hace algunos meses. Sin
embargo, Sorrentino confiesa encontrarse en “la dulce espera”, porque aún no
recibió los correspondientes ejemplares.
Una
pena, como también lo es el hecho de que el autor no tenga previsto que ambas
antologías sean reeditadas, o al menos distribuidas, en nuestro país. Lo bueno,
al menos para mí, es que he podido acceder a esta especie de doble recorrido de
la amplia obra de Sorrentino, puesto que en las antologías se han publicado
tanto relatos de su primera etapa, es decir correspondientes a la década de
1970, como a otros, considerablemente más actuales.
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La Corrección de los corderos, cuentos |
Dicho
absurdo, contado con humor que muchas veces se vuelve grotesco, cubre la
totalidad de la obra de Sorrentino. No
obstante, en el diálogo a la distancia que mantuve con Sorrentino me aclara que
los temas se le imponen y que, en rigor, no se considera un escritor
humorístico: “La propia trama del relato me va invitando a insertar uno que
otro elemento humorístico”.
Como
fuere, lo central es que conviene leer a Sorrentino. Por suerte, aparte de la
consideración que se le tiene en España, México y otros países, ha publicado en
forma sostenida en Argentina. Y, aparte de los libros, se lo puede ubicar
también en distintas páginas de internet.
Bienvenidos
entonces los nuevos aportes de este narrador que sabe contarnos aquello extraño
de la existencia que nos aguarda a la vuelta de cada esquina y para lo cual,
tantas veces, no estamos preparados.
¿Cómo se dio la circunstancia de que publicaran estas
antologías en España?
El propietario de la editorial, José Luis del Río Fortich (a
quien yo no conocía), me escribió proponiéndome el proyecto, que, desde luego,
acepté muy complacido.
¿La selección de cuentos fue personal o hubo
participación editorial?
Fue totalmente mía. La editorial no sugirió absolutamente
nada y se allanó por completo a mi elección.
¿Existe la posibilidad de que esta antología sea
publicada en la Argentina?
No sé… No creo, nunca se habló de ese asunto.
Lo habitual en tus libros refiere al humor “y sus alrededores”.
¿Qué reflexiones te merece el género?
Ocurre que yo no soy un “humorista voluntario” sino que la
propia trama del relato me va invitando a insertar uno que otro elemento
humorístico. En cuanto a reflexiones, carezco de espíritu filosófico y, en vez
de pensar sobre las implicancias que puede tener una narración cualquiera,
prefiero directamente escribirla y concentrarme en la tarea de construcción del
cuento, evitando toda cuestión lateral. Asociado con este tema, no sé si
conocés este antiguo escrito mío: El
narrador escribe un cuento; el lector suele leer otro
¿No te has sentido tentado por otra clase de relato, más
vinculado a lo dramático, por ejemplo?
Voy a decir algo que ya dijeron otras personas y que, no por
reiterado, deja de ser verdad: yo no elijo los temas; los temas me eligen a mí.
Y yo tiendo irremisiblemente a escribir sobre situaciones insólitas. Jamás me
pasaría por la cabeza emprender una narración sobre conflictos personales, o
sobre especulaciones psicoanalíticas, o sobre problemas sociales, o, en fin,
sobre ninguna cosa que tenga que apegarse al bien o mal llamado “realismo”, que,
al fin y al cabo, es un subgénero tan convencional como el fantástico o el
policial, o el que fuere.
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Conversaciones con Jorge Luis Borges, ilustrado por Huadi |
Prefiero limitarme al “paso a paso” de Mostaza Merlo y, en
caso de elegir, me quedo con la primera opción, más modesta y limitada, y más
acorde con mis alcances.
Hablame de los autores y/o autoras, que más te han
interesado y cuáles de ellos más han incidido en tus trabajos.
Durante mi niñez, adolescencia y juventud he leído tantos,
tantos, tantísimos libros de ficción… Y casi todos han desaparecido de mi
memoria. Pero sin duda los que recuerdo bien (acaso por haberlos releído) son
lo que más me han gratificado. Por ejemplo, El Lazarillo de Tormes, cuyos tres primeros tratados me parecen,
rotundamente, ¡admirables! Otros: el Quijote,
muchas veces revisitado en distintas etapas de mi vida. Las novelas de Dickens,
en especial tres: Pickwick, Grandes esperanzas y ¡David Copperfield!, el libro que, hasta
el día de hoy, me causó la más profunda impresión literaria cuando lo conocí,
estando aún yo en la escuela primaria. También Crimen y castigo, abstracción hecha de la hojarasca de las
discusiones “filosóficas”, que más bien me parecieron piedras en el camino. ¿Y
qué decir del maravilloso mundo de Kafka, que es uno de mis máximos ídolos…? No
creo que, en el mundo entero, haya un solo novelista que esté a su altura.
Entre los argentinos, los tres que más me han marcado son Borges, Denevi y
Cortázar, creo que en ese orden de identificación. Desde luego, no quiero
olvidarme del mayor novelista argentino del siglo XIX (y tal vez de todos los
siglos): el autor de la genial novela en verso titulada Martín Fierro: José Hernández.
En fin…, están asimismo los que llamaría influjos invisibles,
esos autores que influyeron sobre mí sin que yo sea consciente de esa acción.
Creo que todas las lecturas influyen, a la larga, sobre lo que uno escribe,
inclusive las torpes o desagradables, que nos enseñan a evitar errores o
desatinos.
¿Estás encarando algún proyecto literario en la
actualidad?
No soy de encarar proyectos. Soy más bien de “dejarme llevar”
y escribir algo sólo cuando tengo ganas y cuando no me siento perezoso;
confieso que me cuesta empezar un escrito cualquiera porque sé que no siempre
tengo ganas de trabajar en algo que suele ser bastante fatigoso. La primera
redacción me resulta extenuante y a ésa le tengo miedo; en cambio, cada nueva
reelaboración del primer borrador es cada vez más placentera. Pero, claro, lo
difícil es tener ganas de empezar.
¿Qué te ha significado el hecho de que te publiquen
con cierta asiduidad en España? Recordemos que tu excelente segundo
libro, Imperios y servidumbres, apareció publicado por Seix Barral cuando
eras un muy poco conocido escritor en nuestro país.
Sí, es verdad. He publicado bastante en España y nunca por
vinculaciones personales, por lo que me permito creer que las publicaciones se
deben a mis méritos literarios y no a cuestiones de amistad.
Aquí, en la Argentina, tampoco me puedo quejar, pero no soy
de participar en el mundillo literario, entre otras cosas debido a que no logro
simpatizar con los chicos (o gerontes) que se autodenominan “progres”, y me
causaría desagrado el solo hecho de tenerlos a menos de cinco metros de
distancia.
¿Se te ocurre añadir algo más?
Sí. Te
subrayo que los libros publicados en Madrid por Apache Libros son
dos: Los reyes de la fiesta, y otros
cuentos con cierto humor y Para
defenderse de los escorpiones, y otros cuentos insólitos. Éste apareció en
2018, pero lo cierto es que, estando en febrero de 2019, no he logrado entrar
en contacto con un solo ejemplar. Continúo en la dulce espera…
Fernando Sorrentino
nació en Buenos Aires en 1942. En 1968 se recibió de profesor de Castellano,
Literatura y Latín, y ese mismo año recibió una beca otorgada por el Fondo
Nacional de las Artes. Fue profesor de lengua y literatura en diversos colegios
secundarios y profesor del taller literario en la escuela "Carlos
Pellegrini" de la Universidad de Buenos Aires. En 1993, fue invitado a
once universidades norteamericanas en las cuales dictó conferencias durante dos
meses sobre literatura argentina. Recibió, entre otros, el Primer Premio de
Cuentos otorgado por la Revista Testigo (1970), el Segundo Premio Municipal de
Literatura (1976), el Primer Premio de Cuentos otorgado por la Fundación Arcano
y Premio Konex Literatura de Humor (ambos acordados en 1994). Muchos de sus
trabajos fueron traducidos al inglés, al alemán, al polaco y al portugués, y
fueron publicados en Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Polonia y Brasil. Ha publicado los libros de cuentos La regresión zoológica, Imperios y servidumbres, El mejor de los mundos posibles, En defensa propia, El remedio para el rey ciego, El
rigor de las desdichas, La Corrección
de los Corderos, y otros cuentos improbables, Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme con un paraguas en
la cabeza, El regreso. Y otros
cuentos inquietantes, En defensa
propia / El rigor de las desdichas, Biblioteca
Mínima de Opinión, Costumbres del
alcaucil, El crimen de san Alberto,
El centro de la telaraña, y otros cuentos
de crimen y misterio, Paraguas,
supersticiones y cocodrilos (Verídicas historias improbables), Los reyes de la fiesta, y otros cuentos con
cierto humor y Para defenderse
de los escorpiones, y otros cuentos insólitos, la novela Sanitarios centenarios, la novela corta Crónica
costumbrista, reeditada con el título Costumbres
de los muertos, las reconocidas entrevistas Siete conversaciones con Jorge Luis Borges y Siete conversaciones con Adolfo Bioy Casares, el compendio Conversaciones con Jorge Luis Borges,
ilustrado por Huadi, el ensayo El
forajido sentimental (sobre la obra de Borges) y varios libros destinados a
niños y adolescentes.
Video: Entrevista a Fernando Sorrentino realizada por
Patricia Giuffré. Programa “Protagonistas para siempre”, subido a YouTube el
11.6.18. Duración: 55 minutos
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