LA VUELTA AL MUNDO EN 14 DÍAZ (Y UNO MÁS), DE ALFREDO DI BERNARDO


(al final: Podcast y detalles de fotografías)

UN MUNDO DE SOLITARIOS

No los une tanto el apellido sino las situaciones sutiles y complejas que tienen que ver con la nostalgia, con la melancolía y, en varios casos, con la soledad. Son los Díaz, personas del común que comparten apellido sin conocerse, anónimos que circulan por la ciudad, cada uno con su mundo interior y quienes, por diversos motivos, enfrentan circunstancias inesperadas, a veces decisivas.

Tal la propuesta narrativa del escritor santafesino Alfredo Di Bernardo quien ha regresado al relato con estos cuentos, con las catorce historias de los anónimos reunidos en este sólido libro al que ha añadido un relato adiciona en el que Marcelo, que bien podría haber sido el décimo quinto Díaz, también vive su instancia decisiva.

Respecto del origen del título, cuenta el autor que alguna vez se encontró con expedientes diferentes en los que (casualidad o vaya a saberse qué) emergía el apellido en cuestión. De ahí a recordar a una de sus primeras lecturas y al inolvidable Verne fue casi instantáneo, vale decir que el título se le “plantó” antes que los textos.



Dado el inolvidable La vuelta al mundo en ochenta días, Di Bernardo intentó que los relatos llegaran a ese número casi o totalmente mítico, pero no lo logró. Cuenta que llegó a las veintiocho tentativas. Al fin, “sobrevivió” la mitad. Y ahora esa mitad aguarda a quienes tomen contacto con este libro para que conozcan las historias de desconocidos que quizás se encuentren ahora mismo deambulando por la ciudad que, aunque no es nombrada, recuerda a la de su autor.



Una de las protagonistas es Ailén, que escribe sus poemas y a los que decide dar a conocer de una manera tan “atrevida” como insólita para ella. Está Agustín, el cura sanador, quien carga un secreto que a nadie puede transmitir, personaje de una incierta y oscura manera conectado con el caso del famoso escritor Fernando Díaz Loyola que presenta su nuevo libro de pública y sonora repercusión, al mismo tiempo que le resulta imposible “contar” aquello que le acontece en su mundo interior, lo que de verdad le importa.

Está también el caso de Lucas que tiene un concepto diferente de lo que es, en verdad, la enfermedad en el ser humano. Y el de Carlos Díaz a quien el azar lo sorprende (ah, la insólita presencia del azar en la vida cotidiana) cuando se encuentra próximo a concretar su máximo objetivo, aquel que, a su modo de ver, daría sentido a una existencia que ha perdido el rumbo.

Y Lila, en tanto, vive una experiencia impensada en un encuentro sexual y casual que deviene en otra cosa porque, bien se dice en la canción de Blades “la vida te da sorpresas”. Es que en este libro también las sorpresas, los inesperados cambios de perspectiva, se dan cita. Como pasa con Iván Díaz. Y con Brenda, y lo que a ambos les acontece… En las dos breves y acertadísimas páginas que Di Bernardo dedica a la pareja emerge también la habilidad narrativa de este escritor. Corresponde a quien las lea conocerlas. Y dilucidarlas.

Respecto de Octavio Díaz hay que hacer mención al costado luminoso de la vida y a su cumpleaños 55…Y a su vez el señor Hernán Díaz debe leer una antigua y voluminosa enciclopedia para… En tanto que Juan Pablo Díaz “tropieza” con unos ojos enrojecidos…

Los personajes de Alfredo Di Bernardo exponen su humanidad, ocultan sus pensamientos o los exponen, se aceptan o se rechazan respecto de la vida que, como dijera una guionista de Ingmar Bergman, “se acepta o se niega”. Se muestran carnales y a cada uno de ellos les espera la contingencia (tantas veces secreta) que la propia existencia les expone. Los sorprende. Aquello que da o quita.

En los catorce relatos de “los Díaz” Alfredo logra plasmar, a veces en escasas páginas, verdaderas historias vitales, con personajes que no resultan consecuencia de meras aproximaciones como si fuesen dibujos diluidos. Por el contrario, la habilidad del narrador estriba en mostrarlos consistentes y, cada uno a su modo, vitales.

Tres Díaz más tienen también algo para decirnos: Alejandrina, maestra próxima a la jubilación, que se decide. Y habla. Ismael más bien calla mientras se ve ante un inesperado espejo. Y a Mariano Díaz le acontece algo similar…



Queda por fin el cuento añadido, “Cinema verité”, en el que el adolescente Marcelo experimenta un “salto” especial que se da en tres precisos días de abril de 1982 cuando se confunden la presencia en Argentina del Papa Juan Pablo II, la guerra de Malvinas y el ominoso primer partido que pierde la selección en el Mundial jugado en España.

Al comienzo de la historia, el protagonista interpreta que se vienen días de gloria que, además, se suman a aquello que le está ocurriendo con una vecina, pero al poco rato arriba la muy concreta realidad. Y el relato que se desplaza con el fondo musical de Serú Giran cobra entidad al empujar a Marcelo, quizás antes de tiempo, a ese territorio donde comienza la adultez.

Como bien dice Di Bernardo en la entrevista que aquí añado: lo esencial de todos los Díaz y del mismo Marcelo es que afrontan esas instancias decisivas en sus vidas. Que los aguardan.

La vuelta al mundo en 14 Díaz (y uno más), de Alfredo Di Bernardo. Ana Editorial, Paraná, Argentina, 2025, 82 páginas






Entrevista

Alejado del mangrullo de la juventud

-¿Por qué no son ochenta los relatos, dado que el título del libro remite a Verne y su casi mítico libro de aventuras?

-El título del libro nació de un juego de palabras que, por supuesto, hace referencia a la novela de Verne, que fue el primer libro “largo” que leí en mi infancia, cuando tenía 8 años, y que me enseñó para siempre que la lectura es una de las formas posibles de la felicidad. Pero el homenaje termina allí, en el título; la temática de mi libro no tiene nada que ver con el de Verne. La idea original fue escribir ochenta relatos muy breves, protagonizados por personajes de apellido Díaz. Sin embargo, cuando emprendí el proceso de escritura comprendí que ninguno de los relatos que se me iban ocurriendo podía resolverse en pocas líneas. Requerían un cierto desarrollo y extensión, lo cual volvió inviable la idea de escribir ochenta.

-¿El apellido Díaz tiene alguna significación adicional al que juega con el título de la novela de Julio Verne?

- No, no tiene ninguna significación especial. Se me impuso solo, como consecuencia de ese juego de palabras que fue el disparador del libro. Raro en mí, el título del libro quedó definido antes de haber escrito una sola línea. Que todos los personajes se apelliden Díaz, entonces, sólo responde al marco conceptual que me brindó el hecho de tener el título decidido de antemano.

¿Podría suponerse que hay un hilo conductor entre los distintos personajes, aunque no se lo advierta en una primera instancia?

-Son personajes que -algunos sabiéndolo, otros no- están a punto de afrontar una instancia decisiva, un punto de quiebre en sus vidas. Del otro lado, puede aguardarlos el vacío, la soledad, la decadencia o incluso la muerte, pero también un encuentro significativo o la propia redención.

-En tus monólogos, que pueden encontrarse en internet (YouTube y redes) prevalecen el humor y hasta el golpe de efecto, que también emergieron en tus libros anteriores, pero acá hay una mayor presencia de la soledad y la melancolía.

-Mis monólogos, al igual que los textos que posteo en redes suelen estar atravesados por un humor que oscila entre la ironía y lo absurdo. En menor medida, son elementos que aparecen también en mis libros anteriores. En este libro, en cambio, hay sólo un par de historias en las que se podría percibir cierto trasfondo de humor zumbón. Y aunque la melancolía también está presente en toda mi obra, acepto que el tono general de este nuevo libro es más oscuro que los anteriores.

-¿Y a qué se debe la casi ausencia del humor que sería, casi, una “marca registrada” en tu vida creativa? ¿Eso ha sido premeditado o es solo coincidencia?

No fue un objetivo deliberado. Salió así, supongo que como consecuencia de la edad. Son cuentos escritos durante mi cincuentena (ahora tengo sesenta), una edad en la que temas como la decadencia, la enfermedad o la muerte ya no se encaran desde el confortable mangrullo de la juventud, sino que uno los empieza a experimentar como algo mucho más cercano y palpable.



-Además de lo que les ocurre a cada uno de los catorce Díaz, has agregado un texto diferente, “Cinema Verité”, que habla de dolorosos acontecimientos que se registraron en tres días sucesivos de 1982 en Argentina. Si puedes, me interesa que te extiendas sobre ese texto y por qué decidiste agregarlo al libro.

-El último cuento (el “y uno más” mencionado en el título del libro) iba a formar parte de una trilogía que quedó trunca. La historia transcurre en la Argentina de junio del '82, vista con los ojos de un adolescente que cumple trece con la guerra de Malvinas y la música de Serú Girán como telón de fondo. El cuento es intimista, se centra en las vivencias del protagonista, pero termina siendo, al mismo tiempo, un retrato de la sociedad argentina de aquel momento. Creo que lo más tremendo del cuento es lo que no se dice, es leerlo sabiendo que la guerra terminará en derrota al día siguiente pero los personajes no lo saben. Hablan del comienzo del Mundial de España, de la visita del Papa, de temas cotidianos, creyendo hasta último momento que vamos ganando la guerra. Es un cuento que quiero mucho, por eso decidí incluirlo, aunque rompa la lógica de “los Díaz”. La trilogía fallida lo había dejado huérfano y necesité rescatarlo de esa orfandad.

-Y, sobre los sesenta y seis relatos que no están para completar los ochenta: ¿quedaron algunos, poco, muchos, en el camino, o han sido catorce por un “hasta aquí llegué” o por algún otro motivo?

-Sabiendo ya que no serían ochenta, no me planteé un límite numérico. Se me ocurrieron veintiocho historias en total, pero mi espíritu autocrítico las redujo a la mitad. Es más, a las otras catorce, ni siquiera las terminé de escribir.

-¿Habría más Díaz, con ese apellido u otros, que esperan turno para contarnos sus historias o con lo publicado el telón se ha bajado?

-Quizás retome alguna vez esas historias que quedaron a medio camino, pero seguramente se independizarán del concepto de los Díaz. 

PODCAST

Regalo (Crónica del Hombre Alto, episodio 10), relato de Alfredo Di Bernardo, con su voz, tomado de YouTube. Subido en 2025. Duración: 3.10 m.



En Noticias desde el sur

Algo así como un padre y Crónica del hombre alto, textos de Alfredo Di Bernardo, datos para una biografía, entrevista. Publicado el 10.7.2018

El invitado. Texto de Alfredo Di Bernardo. Publicado el 26.3.2020

Fotografías (de arriba abajo): Julio Verne: visita de Juan Pablo II a la Argentina en 1982

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