EL SEDUCTOR, DE ISAAC BASHEVIS SINGER

 


El seductor (Der Sharlatan), de Isaac Bashevis Singer

Editorial Acantilado,  Barcelona, 2022, 334 páginas

Traducción de Rhoda Henelde y Jacob Abecasís 

Isaac Bashevis Singer fue un magnífico narrador, al que se tardó en conocer y difundir porque escribía en yiddish o idish, la lengua usada por los judíos de la Europa oriental que devenía de varios idiomas, entre ellos el alemán. Escribía, además, para un círculo pequeño: el de los judíos europeos “trasplantados” a Estados Unidos, especialmente a Nueva York, obligados por la horrible persecución nazi que derivara en la imperdonable extinción de la mayoría de ellos. 

En la década de 1960, Singer escribió para una revista de su colectividad la presente novela en episodios que nunca llevó al libro. Fue conocida solo cinco años atrás, cuando se revisaron sus papeles (ya famoso y reconocido con el Premio Nobel había fallecido en 1991). Al parecer, Singer no la llevó al libro porque no quería tener problemas con algunas personas vivas tomadas como modelos para los diversos personajes de la historia. 

Esta, una comedia con trágico trasfondo, transcurre centralmente en la Nueva York de comienzos de los ’40. Cuando la Segunda Guerra Mundial ha comenzado, por entonces sin la intervención norteamericana y los trasplantados judíos polacos tratan de hacer pie en una sociedad dinámica y distinta a la de su país natal mientras se decían, como señala el autor, “América no es para mí”, aunque al poco tiempo se fueran adaptando a ella. 

En su ficción, Singer nos habla de un gran seductor, Hertz Miinsker, “intelectual autoproclamado y auténtico charlatán”, como bien se advierte en contratapa, quien baila su personal danza erótica cambiando de mujeres todo el tiempo. Y metiéndose en problemas, todo el tiempo. 

El socarrón humor del autor se evidencia en esta comedia de enredos, puesto que Hertz en su busca de mujeres y del dinero que siempre le falta va cometiendo un error tras otro y, de una u otra manera, compromete a las personas con las que se relaciona, entre ellas su pobre esposa, Bronie, su amigo, el rico empresario Morris Kálisher (que extrañamente lo admira y hasta lo mantiene), la esposa de este -y amante de Hertz- Minne, y varios más. Varias más. 

El extrañamiento. Amén de las costumbres, la novela está atravesada por la religión hebrea que cada uno de sus personajes practica, o siente, o soporta, como puede o quiere, pero que no los abandona (y a veces los persigue recargándolos de culpa). El autor de En el tribunal de mi padre hace pie en el extrañamiento, en la ajenidad del territorio que los protagonistas no terminan de conocer ni, menos, de dominar. También en el subyacente dolor que supone vivir lejos de la patria mientras Polonia se desgarra, un territorio en el que la persecución a los judíos es la norma. Y el dolor de la impotencia respecto de los seres queridos que han quedado en la patria lontana, tanto más. 

Bastante lejos de ese gran fresco sobre la judeidad de la Europa oriental previa al Holocausto como fue La familia Moskat, esta vez el autor ha optado por una comedia aparentemente ligera, sin olvidar el dolor que acompaña a todos y cada uno de sus personajes. 

Del comienzo al fin, El seductor es una historia de enredos, de malentendidos, de amores contrariados, de equívocos y hasta de mentiras. Lo bueno del narrador es que sabe mantener el interés sin demasiados decaimientos. El gran escritor José María Guelbenzu dice en El País de España que esta ficción hubiera sido una materia apropiada por el inolvidable Ernst Lubitsch. También para Billy Wilder, acoto. Lástima ese cine que ya no existe más. Lástima también que ya no existan historias como las que supo contarnos Singer.

 

Datos para una biografía

 Isaac Bashevis Singer nació en Radzymin, Polonia, en 1904. Fue hijo y nieto de rabinos y vivió en el barrio judío de Varsovia hasta 1935, cuando emigró a Estados Unidos. Su obra, sin embargo, tuvo siempre a Polonia como horizonte: el tema más socorrido en las novelas y cuentos de Singer es, justamente, la vida en aquel país en diferentes períodos históricos, con particular atención a la vida cotidiana de las comunidades judías. Recibió el Nacional Book Award en 1974 y el Premio Nobel en 1978. Murió en Florida, Estados Unidos, en 1991. Entre sus obras destacan las novelas Satán en Goray (1935), La familia Moskat (1950), En el tribunal de mi padre (1966), La casa de Jampol (1967) y Los herederos (1969) y los libros de relatos Gimpel el tonto (1957) y Un día placentero: relatos de un niño que se crió en Varsovia (1973).

Fotografías, de arriba abajo: Nueva York, década de 1940; invasión nazi a Polonia en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial 

En Noticias desde el sur

 Comentario sobre La familia Moskat, novela de I.B. Singer y nota sobre el autor en video

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