(diseño de Gerardo Morán)
(Detalles de fotografías al final)
Veintisiete voces provenientes de las tres provincias
nordestinas (Corrientes, Formosa y Misiones) enriquecen a esta antología que,
como la similar dedicada a Entre Ríos, ha encarado el sello santafesino
Palabrava con la clara (y ponderable) intención de “hacer oír” de una manera
pública y masiva a autoras/es procedentes de esta región de escasa circulación
en el país. No debería ser así, pero es lo que ocurre.
Para este emprendimiento nada fácil de concretar
(hay que poner mucho entusiasmo, hay que superar los excesivos inconvenientes
que una recopilación de este tipo entraña), escribí: ·”Cada quien toca su
instrumento y el todo va tornándose orquesta, mezcla de voces diferentes que
describen, o recuerdan, o denuncian o narran el dolor, muy presente, o cada
tanto, algo referido a la esperanza o a los atisbos de felicidad. Orquesta
polifónica entonces para difundir música, disonante o convergente, para
hablarnos de mundos particulares. Para seguir, como siempre ocurre con la
literatura, hablándonos del complejo mundo que habitamos”.
Los compiladores son Orlando Van Bredam, de reconocida y
amplia obra, nacido en Entre Ríos y radicado desde hace considerable tiempo en
Formosa, y Carlos Piegari, autor que, aunque nacido en Buenos Aires, reside
alternativamente en Misiones y Barcelona. En la antología se destacan los
relatos (que son al mismo tiempo homenajes) de tres autores fallecidos: Gerardo
Pisarello (Corrientes), Olga Zamboni (Misiones) y Luis Rubén Tula (Formosa).
Maestros los tres, han dejado sólida obra tras de sí, al
tiempo que abrieron caminos, huellas por las que de una u otra manera transitan
los restantes convocados quienes “hablan” de distinta forma, pintando un
paisaje muy vívido, al que corresponde conocer.
Al respecto, en contratapa de la antología, expreso: “Con
esta antología puede afirmarse con toda seguridad que el Nordeste argentino
(Misiones, Formosa y Corrientes) tiene quien le escriba. En esta valiosa
selección se encuentran el campo y la ciudad, el desamparo y el amor, de
pareja, o de familia, la miseria (cuando no la desesperanza) y también el acto
solidario. Cada autor, cada autora, ha escrito en libertad y sin preconceptos,
ha expuesto su forma de entender la literatura. Estos relatos muestran, demuestran,
que fuera de los circuitos comerciales, donde no pocas veces afloran la vanidad
o el golpe de efecto circunstancial, se teje otra clase de urdimbre que aspira
a la persistencia. Que aspira a permanecer”.
Quienes se acerquen a la antología tendrán sus propias
opciones, se “quedarán” más con unos relatos que con otros, cuestiones de
gustos, de afinidades estéticas o, ¿por qué no?, existenciales. Menos que menos
me corresponde elegir. Sin embargo, “me atrevo” a destacar el notable relato de
humor de Carlos Piegari (“¿Por qué las vacas se tiran de los techos?”). el buen
relato de ambiente rural de Pisarello (“Pan curuica”), el breve y contundente
texto de Pilar Romano (“Poca cosa”) que registra afinidades de tema y
“ambiente” con el anterior, los sólidos aportes de José Gabriel Ceballos (“Un
árbol viajero”) y Orlando Van Bredam (“El encargado”) y, por cierto, los buenos
textos que se han elegido de Olga Zamboni (“El ayudante”) y Luis Rubén Tula
(“Análisis literario”).

Los compiladores son Orlando Van Bredam, de reconocida y
amplia obra, nacido en Entre Ríos y radicado desde hace considerable tiempo en
Formosa, y Carlos Piegari, autor que, aunque nacido en Buenos Aires, reside
alternativamente en Misiones y Barcelona. En la antología se destacan los
relatos (que son al mismo tiempo homenajes) de tres autores fallecidos: Gerardo
Pisarello (Corrientes), Olga Zamboni (Misiones) y Luis Rubén Tula (Formosa).
Maestros los tres, han dejado sólida obra tras de sí, al
tiempo que abrieron caminos, huellas por las que de una u otra manera transitan
los restantes convocados quienes “hablan” de distinta forma, pintando un
paisaje muy vívido, al que corresponde conocer.
Al respecto, en contratapa de la antología, expreso: “Con
esta antología puede afirmarse con toda seguridad que el Nordeste argentino
(Misiones, Formosa y Corrientes) tiene quien le escriba. En esta valiosa
selección se encuentran el campo y la ciudad, el desamparo y el amor, de
pareja, o de familia, la miseria (cuando no la desesperanza) y también el acto
solidario. Cada autor, cada autora, ha escrito en libertad y sin preconceptos,
ha expuesto su forma de entender la literatura. Estos relatos muestran, demuestran,
que fuera de los circuitos comerciales, donde no pocas veces afloran la vanidad
o el golpe de efecto circunstancial, se teje otra clase de urdimbre que aspira
a la persistencia. Que aspira a permanecer”.
Quienes se acerquen a la antología tendrán sus propias
opciones, se “quedarán” más con unos relatos que con otros, cuestiones de
gustos, de afinidades estéticas o, ¿por qué no?, existenciales. Menos que menos
me corresponde elegir. Sin embargo, “me atrevo” a destacar el notable relato de
humor de Carlos Piegari (“¿Por qué las vacas se tiran de los techos?”). el buen
relato de ambiente rural de Pisarello (“Pan curuica”), el breve y contundente
texto de Pilar Romano (“Poca cosa”) que registra afinidades de tema y
“ambiente” con el anterior, los sólidos aportes de José Gabriel Ceballos (“Un
árbol viajero”) y Orlando Van Bredam (“El encargado”) y, por cierto, los buenos
textos que se han elegido de Olga Zamboni (“El ayudante”) y Luis Rubén Tula
(“Análisis literario”).
Cuentistas contemporáneos. Corrientes, Misiones y Formosa. Editorial Palabrava, Santa Fe, Argentina, 2025, 200 páginas. Impreso en Acosta Hermanos. Compiladores: Carlos Piegari y Orlando Van Bredam
Fotografías (de arriba a abajo): autores homenajeados: Gerardo Pisarello, Olga Zamboni y Luis Rubén Tula; los compiladores Orlando Van Bredam y Carlos Piegari; los “hacedores”: Patricia Severín y Viviana Rosenzwit, Susana Ibáñez y Álvaro Dorigo
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