ENCRUCIJADAS, DE JONATHAN FRANZEN

Encrucijadas (Crossroads), de Jonathan Franzen

Salamandra, 2021, 637 páginas

Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino

Escritor controversial como pocos, “enemigo” declarado de las redes sociales, regresa a la ficción el norteamericano Jonathan Franzen con una historia que transcurre en la década de 1970, con fuerte presencia de la religión, las drogas y la sexualidad

“Los surcos eran más profundos de lo que había calculado. Absorbieron el ímpetu y lo desviaron en un derrape lateral. Por un fatídico instante, ni la dirección ni los frenos respondieron. Se aferró al volante con impotencia mientras Frances lanzaba un grito y el Fury patinaba hacia atrás en el cruce. Hubo un topetazo, un choque y un estrépito de metal contra metal” (p.271).

Una leyenda subyacente “informa” a la más reciente novela de Franzen. En efecto, la “encrucijada” parece aludir a la del cantante y músico Robert Johnson (1911-1937), considerado por algunos como el padre del rock, quien en un momento determinado desapareció a causa de su frustración por no tocar bien la guitarra. Cuando volvió manejaba el instrumento a la perfección y la leyenda que él mismo hizo rodar fue que en un cruce de caminos se había encontrado con el Diablo, quien le habría enseñado a tocar la guitarra de la mejor manera… a cambio de su alma.

Más allá de esa referencia, que Franzen no termina de aclarar, sus intenciones narrativas son muy ambiciosas. En efecto, la presente novela de más de seiscientas páginas es la primera parte de un ciclo de tres, que responden (responderían, porque aún es una aspiración) a una suerte de eje temático tomado de George Eliot: Una clave para todas las mitologías, definición que el propio autor considera ridícula, chiste privado porque deriva de un personaje que nunca pudo terminar su propia novela. “Quien sabe -le ha dicho a Eduardo Lago, de El País de España- tal vez tampoco yo logre poner fin a mi proyecto”.

Al parecer, el autor de Las correcciones quiere cubrir con su trilogía cincuenta años de la historia contemporánea norteamericana, de ahí que la primera de ellas transcurra en New Prospect, (en las inmediaciones de Chicago), entre 1971 y 1974, gobierno de Richard Nixon, época de la propia adolescencia de Franzen, cuando la droga se había vuelto casi omnipresente en las escuelas norteamericanas y lo que importaba a esos jóvenes, amén de la droga, eran el sexo y el rock. Y, en el caso de los protagonistas de esta historia, su relación con Dios.

Porque todo gira en torno a la familia Hildebrandt cuyo padre, Russ, es un pastor menonita casado con Marion, algo mayor que él. Ambos han tenido cuatro hijos; Clem, Becky, Perry y Jonathan, este último un niño con escasa incidencia en la historia.

Cada uno de ellos tiene “algo que decir”, sus vivencias son diferentes. A Russ, que viene de la utopía de Stokely Carmichael, que reclamaba votos e igualdad para la gente de color y terminó exiliado en África, un remanente de esas experiencias le ha quedado al organizar anualmente “expediciones” a una paupérrima reserva navaja, en la distante Arizona, con jóvenes, entusiastas y poco realistas cristianos.

Russ tiene sus propias “procesiones” internas. Una de ellas tiene que ver la firmeza de sus creencias, que entra en crisis, y la segunda, similar, relativa a su matrimonio con Marion, incrementada porque se ha enamorado de una nueva feligresa, viuda y atractiva.

Los conflictos. De una u otra manera, los tres hijos mayores tienen conflictos con sus padres, especialmente con Russ, porque este se manifiesta rígido en cuanto a la moral que busca transmitirles, pero que hace concesiones respecto de su personal comportamiento. 

Esos personajes tendrán sus amplios “espacios” en la novela. Cam se relacionará con una mujer con la que vivirá su primera, e intensa, experiencia sexual. Más tarde, actuando incluso contra sus principios pacifistas, intentará participar de la guerra de Vietnam, casi como expiación, y por fin terminará en el Perú Andino participando en cosechas extenuantes, como si buscara un destino, un sentido, que la vida no termina de entregarle. 

Becky, dueña de una gran belleza y auténtica triunfadora, irá derivando hasta encontrar en el rockero Tanner ese mismo sentido que su familia no le entrega. Tendrá con él una poco feliz experiencia europea y, ya en el regreso, casada y con un hijo inesperado, mutará la relación que mantenía con su familia, en actos y gestos que la llevan a la mezquindad y a la incomprensión. 

Perry, pese a su juventud (catorce, quince años) se verá envuelto en la venta de drogas y, más tarde, en su consumo. Vivirá procesos de complejas búsquedas metafísicas, con pensamientos ambiciosos y poco habituales en un adolescente. En ese sentido, Franzen no trepida en acordarle una inteligencia superior que hace recordar a los niños superdotados de la familia Glass, personajes de J.D. Salinger, cuyos niveles de inteligencia eran de tal naturaleza que los hacían aparecer como sabios de alguna antigua civilización. O de alguna civilización futura*. Perry sufrirá trastornos y terminará internado en clínicas de recuperación. Franzen lo considera el vector que irá dinamitando la relación familiar. 

Queda, por fin, Marion, mujer que conocerá de joven a Russ, de quien se enamora a pesar de haber vivido un pasado intenso, de mucha confusión y también de tumultuosa vida sexual, que contará mucho más tarde a una psiquiatra, Sophie, pero jamás a su marido. La complejidad de Marion resultará, al término, lo más enriquecedor de la novela. 

Todos, de una u otra manera, vivirán agudamente su relación con el Dios cristiano, ya fuere para aceptarlo en profundidad (Becky, Marion, Russ), para cuestionarlo (Perry) o para negarlo (Clem). Y Franzen a todo lo largo de esta extensa novela no pierde de vista a la religión, como un sustento esencial de las relaciones entre sus personajes, cada uno de ellos luchando entre el bien y el mal. 

La ficción, Franzen, y los lectores, mucho hubieran ganado con menos páginas (puesto que el escritor parece no pocas veces solazarse con su incuestionable pericia de narrador, llevándonos sin mayor necesidad a zonas y tiempos muertos).

Funcional – disfuncional. Será entonces la historia de una familia que, de una aparente “funcionalidad” se termina mostrando como lo que en verdad es, disfuncional y con sus miembros excesiva y (quizás) gratuitamente enfrentados entre sí.

La crítica ha ponderado a Encrucijadas, nueva muestra de la convicción “franzeniana” de mantener viva la novela decimonónica en pleno siglo XXI. A Lago le admite que su estilo ha ido mutando. Tanto, que ha pasado del mundo de Thomas Pynchon al de Alice Munro. 

En lo personal demoré en poder “conectarme” con la novela y sus múltiples derivaciones. El exceso en los detalles no me facilitó su lectura. Habrá que ver cómo sigue el plan ficcional del autor quien ha aclarado que la saga proseguirá teniendo a Clem como su personaje principal.

 *cf. El relato inédito en libro “Hapworth, 16,1924”, publicado en The New Yorker en 1965

 

Datos para una biografía

 Jonathan Franzen (Western Springs, Illinois, 1959) fue elegido en 1996 entre los Mejores Jóvenes Novelistas Norteamericanos por la prestigiosa revista Granta. Hasta esa fecha había escrito las novelas Ciudad veintisiete (1988) y Movimiento fuerte (1992), pero la eclosión de su talento narrativo tuvo lugar en 2001 con la aparición de Las correcciones, que marcó un punto de inflexión en su trayectoria: obtuvo el National Book Award y el Premio James Tait Black Memorial, fue finalista de los premios Pulitzer y PEN/Faulkner, y resultó descubierto por millones de lectores en todo el mundo. El espaldarazo definitivo le llegó el año 2010 con Libertad, una novela ponderada por la crítica internacional. En España obtuvo el Premio a la Mejor Novela del Año, otorgado por los lectores de la revista Qué Leer. En 2015 se conoció Pureza y tras seis años de silencio narrativo se publicó Encrucijadas. Asimismo, Franzen es autor de cinco obras de no ficción: Cómo estar solo (2002), Zona templada (2006), Más afuera (2012), The Kraus Project (2013) y El fin del fin de la Tierra (2019).

Ilustraciones, de arriba abajo: Jonathan Franzen; el músico Robert Johnson; navajos, hoy, afectados fuertemente por el Covid 19; la edición en inglés de Encrucijadas 


En Noticias desde el sur

Comentario de la novela Pureza, de Franzen, datos biográficos del autor y reportaje en video, en inglés, de una hora de duración (2015)

 Video 

Programa “La entrevista con Sarmiento”, dirigido por el periodista y escritor mexicano Sergio Antonio Sarmiento Fernández de Lara, Entrevista a Jonathan Franzen subida a YouTube el 23.1.2022. Duración: 16,14 minutos. En inglés, con subtitulo en castellano 


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