BUENAVISTA, CAPITAL DEL SEXO, DE JOSÉ GABRIEL CEBALLOS


Buenavista capital del sexo, de José Gabriel Ceballos

Palabrava, Santa Fe, Argentina, 2021, 162 páginas

En Argentina: 900 pesos. En ebook: 5,69 euros o 6,99 dólares (en librerías on line)

 




Retorna el pulso narrativo del autor correntino José Gabriel Ceballos quien, en el presente libro, vuelve a Buenavista. El regreso al “territorio mítico” supone una verdadera fiesta literaria

 “Desplegaba una actitud y una gestualidad que sugerían un baile en pareja. Reía y tendía los brazos hacia el frente, se quitaba el sombrero y saludaba a aquella presencia etérea”.

 Cuando se ingresa al territorio de Buenavista al presunto viajero puede vivir situaciones extrañas, ya fuere porque lo esperan agudas disertaciones en torno al sexo (con sus consecuentes demostraciones) o bien porque puede tropezar con los inmunes en plena medianoche… 

O, también, encontrarse con los que pasean al doctor Berlanga, nada menos, en horarios inapropiados -y lo que sigue después-. O ir tras los pasos de un tal Domínguez que concurre a cierto hotel para… Permitan que omita el agregado, salvo que se puede añadir que allí se habla de amores idos. Y de algo más, que flota en el aire. 


Un gran regreso. Hay más, mucho más, en el territorio, dado que Ceballos se muestra generoso con sus nuevos cuentos (muy diferentes entre sí) fincados en Buenavista. Hecho importante, de gran valía para la misma literatura puesto que estamos en presencia de un excelente narrador que regresa “con todo” al género, al tiempo que recupera el orbe buenavistense del que se quiso desprender alguna vez, sin suerte ninguna.

Porque bien se sabe que una vez que se ingresa al territorio es muy difícil salir de allí.

Buenavista se encuentra dispersa en distintos libros del autor, aunque en tres de ellos el disfrute del territorio es total: Fabulario de Buenavista (2004), Lo difícil que es partir de Buenavista (2013) y Segundo fabulario de Buenavista (2015). El nuevo aporte a ese centenar y medio de relatos que José le ha dedicado al pueblo legendario es nutrido: quien se adentre en este libro podrá leer textos que provocan risa o melancolía, o bien aquellos que abrevan en el deseo. Caso contrario, no faltan los que hablan de soledad, de venganzas, o de muertos. 

Quince aproximaciones. “Los inmunes” refiere sesgadamente a la pandemia, aunque en realidad prevalecen la astracanada y el absurdo (adicionados con chismes que el pueblo debe soportar). “Schubert” habla de la pasión por la música y hacia dónde ella puede conducir.  “Un detective eficiente” muestra la inteligencia puesta al servicio de una determinada investigación… y de sus resultados. “Inusitada mixtura” refiere a los huesos de unos muertos, la intermediación de una mujer y de lo que se llega a enterar un determinado heredero. “Buenavista capital del sexo” habla precisamente de eso y de lo que viene después. 

“La telefonista y mi obra” refiere al encuentro de doña Lili con el escritor. Y lo que ella le va contando…  “La Princesita Santa”, narra -con aportes costumbristas- cómo se dieron los aprestos para que una niña de la zona conociera al príncipe y lo que ocurrió más tarde. “La forastera del Agrio Fonseca” nos sumerge en el famoso carnaval correntino y lo que hace el Agrio para ser tomado en cuenta, en las comparsas y en los bailes. Y entre las mujeres. Luego viene en la serie “La guerra de los santos”. Muy previsible que la hubiera, dado que cualquier cosa puede ocurrir en Buenavista. 

La venganza, la venganza. La expiación” habla de una tremenda venganza… colectiva. “Un canotier en la pampa ancha” refiere al porqué lo ha usado Simeón Caté. Y lo mejor es no preguntar. Y, menos, meterse con él. También: al parecer, el abuelo del narrador conoció a Caruso. Y, por otra parte, la abuela quemó unas cartas. Es entonces que el narrador trata de unir episodios que no terminó de conocer y el tiempo volvió misterios (“Caruso y mi abuelo. Y mi abuela”). Ahora corresponde decir que Buenavista tiene su “poeta oficial” quien, además de presentarse en actos públicos, llega a toparse con su musa… (“Gorgonio Balestra, poeta oficial”). 

El decimocuarto cuento se titula “Cita en el hotel París”, está signado por el amor y la muerte. Y no se diga más. Queda al fin “La organizadora”, a la que todos llaman Capullo… una historia cargada de fábulas pueblerinas, de prejuicios y de mutuas acusaciones.

El suculento plato está servido. No es cuestión de despreciar.


“La idea impone el enfoque, el tono de humor o de tragedia, incluso la trama, todo eso”.

 

Has vuelto a Buenavista ¿Qué significa para vos hoy tu “territorio mítico”?

Significa sentir que hay una parte de mi literatura aceptablemente consolidada. Suelo dudar mucho sobre lo que publico, digo: después de publicarlo. Pero si esa serie llegó hasta acá, con más o menos un centenar y medio de cuentos editados a lo largo de 35 años, ya no puedo dudar. Al menos en lo que se refiere al conjunto, al acierto de haber construido ese espacio mítico, y aunque muchos textos me dejen insatisfecho.

 

A todo esto: ¿Cómo fuiste gestando Buenavista? ¿Nació por casualidad o hubo premeditación? 

Fue un proceso medio raro. Todo empezó con un cuento sobre mi abuelo paterno. Mejor dicho: contra ese abuelo. En realidad, fue una especie de protesta por el mandato familiar de tener que volver al interior de Corrientes para trabajar en el campo, algo que no estaba en mis planes, que odiaba y que debí aceptar allá por los años 80. A ese cuento-protesta siguieron otros protagonizados por otros familiares míos que de alguna manera representaban el mandato. Y allí ya surgían personajes secundarios que luego fueron independizándose y poblando más textos con una atmósfera aldeana. Finalmente, los tipos empezaron a saltar de un cuento a otro, con las mismas características internas y externas, incluso con los mismos nombres, y ya sólo me faltó ponerle nombre al pueblo.

 

¿En cuántos de tus títulos hablás de esa ciudad o pueblo interminable? 

Es una contabilidad complicada, porque muchos cuentos de la serie no salieron en libros individuales sino en antologías colectivas, revistas, suplementos literarios, a algunos de los cuales les perdí el rastro. Por otra parte, más o menos la mitad fue reunida en dos antologías personales (los dos fabularios). Entonces, yo prefiero hablar de líneas narrativas. En cuento tengo dos líneas bien diferenciadas: los cuentos de Buenavista y por otro lado cuentos urbanos, incluso cosmopolitas, que son menos, pero vienen desde antes de Buenavista. Los dos primeros libros que publiqué, muy chicos, cuando todavía vivía en la capital de la provincia, contenían textos de ambiente muy urbano. Y en mis novelas no hay nada o casi nada de Buenavista. Ese pueblo nació en cuentos y creo que yo no conseguiría nunca meterlo en una novela.

 ¿Un humor más acotado? 

Yendo a tu nuevo libro, a mí me resultó menos humorístico que en otros textos anteriores tuyos (referidos a Buenavista). ¿Es una impresión cierta o equivocada? 

Yo creo que el menos humorístico es Lo difícil que es partir de Buenavista (2013). Y eso porque lo escribí en una época dominada por un pozo depresivo embromado, en el que caí entre el 2010 y el 2011. No lo escribí en el pozo mismo, por supuesto, porque allí no había escritura posible, pero sí inmediatamente antes e inmediatamente después.

 

Y, a todo esto, ¿cómo se fueron gestando los cuentos? ¿Se escribieron durante este tiempo -horrible- de pandemia o algunos nacieron antes?

 En su mayoría ya estaban desarrollados en distintos grados desde antes de la pandemia, o en estado embrionario, como ideas.

 

Por supuesto, en ellos sigue intacto tu pulso narrativo y vas del humor al verismo, de lo absurdo a lo trágico y así. ¿En estos relatos intentaste adentrarte en nuevos terrenos de ficción?

No. Como en los libros de Buenavista anteriores, el conjunto se fue armando a medida que las ideas cobraban fuerza. Y la idea, como sabés, impone el enfoque, el tono de humor o de tragedia, incluso la trama, todo eso.

 

Un autor no debe explicar de qué se trata su obra, porque eso termina siendo una operatoria comercial o algo similar. No obstante: ¿cuál sería para vos el propósito central de tu nuevo libro?

Si hubo un propósito, nunca patente, por supuesto, fue corregir aquella estúpida pretensión de abandonar el pueblito, que yo esgrimía desde Lo difícil que es partir de Buenavista. Ese ponerse limitaciones a priori en la escritura es una burrada y me propuse no volver a incurrir en ella. Aunque hoy no siento ganas de volver a Buenavista, ya no existe aquella negación.

 

Datos para una biografía

 José Gabriel Ceballos nació en 1955, en Alvear, ciudad argentina fronteriza con Brasil, en la que actualmente reside. Es abogado. Ha publicado: Poemario breve (poesías, 1977); El color del humo (poesías, 1978); Otras reincidencias (poesías. 1978). Los ciudadanos (cuentos, 1989); El Oidor (cuentos,1985); Allá siempre baila la muerte (cuentos, 1989); Las condesas también sueñan (cuentos, 1991); Interior de los pájaros (cuentos, 1993); Ángel de la guarda (cuentos, 1996); El Patrón del Chamamé (cuentos, 1998); Complicaciones intelectuales (cuentos, 2000); Dueños del mañana y otras historias (cuentos, 2002); Ivo, el emperador (novela, 2003); Víspera negra (novela, 2004); Fabulario de Buenavista (cuentos, 2004);, Relator deportivo (cuentos, 2006),Confesiones de un extraño demiurgo (novela corta, 2008); Entre Eros y Tánatos (relatos, 2009), En la resaca (novela, 2010), Lo difícil que es partir de Buenavista (cuentos, 2013), Segundo fabulario de Buenavista (cuentos, 2015), Seis historias grises (cuentos, 2018) y Buenavista capital del sexo (cuentos, 2021). Ha sido publicado en España (Tiempos de culpa, Editorial La Xara; Víspera Negra, Fundación Colegio del Rey; Confesiones de un extraño demiurgo, Editorial Agua Clara; y Entre Eros y Tánatos, Editorial Castalia), en Costa Rica (El Patrón del Chamamé, EDUCA) y en Brasil (Made in Buenavista, traducción de Sergio Faraco, Editorial Tché), así como en revistas y antologías. Ha sido publicado también en México, Puerto Rico y Uruguay. Obtuvo varios premios regionales y nacionales, tales como el premio Juan Torres de Vera y Aragón otorgado por el gobierno de la provincia de Corrientes, el premio Peirotén de poesía otorgado por la Asociación Santafesina de Escritores y el premio Sol de América concedido a la trayectoria por el Instituto Guaynamérica de Posadas (Misiones). En 1997 su libro de relatos El Patrón del Chamamé ganó el Premio Único de Narrativa Latinoamericana EDUCA, de la Editorial Universitaria Centroamericana (organismo editorial de 15 universidades públicas de Centroamérica, con sede en San José, Costa Rica). En mayo del 2000 se le adjudicó mención de honor en la Bienal de Literatura Latinoamericana de Valencia, Venezuela (Premio José Rafael Pocaterra), por Complicaciones Intelectuales. En diciembre del mismo año obtuvo el Premio Alberto Lista, otorgado por la Fundación El Monte y el diario ABC de Sevilla, España, por su cuento "Los hijos de Rivas". En 2004 obtuvo el Premio Ciudad Alcalá de Henares por Víspera Negra; en 2008, el accésit el Premio Gabriel Sué por Confesiones de un extraño demiurgo; en 2009 el Premio Tiflos de Cuentos por Entre Eros y Tánatos y este año el Premio Alfonso VIII de Narrativa por En la resaca

 Video

 Entrevista de Mario Doldán a José Gabriel Ceballos en su ciclo Los infames. Subido a YouTube el 17.4.21. Duración; 1 hora, 32 minutos



Comentarios

  1. Hola Carlos, Me gustaría saber si hay manera de contactar contigo,
    tuve contacto hace mucho tiempo con uno de tus libros.

    Saludos desde México.

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    1. Hola Jahir, perdón por la demora en responderte. Por favor, comunícate a este correo: robertonoticiassur@gmail.com. Te contestaré de inmediato. Saludos. Carlos

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