UN TAL WOODY ALLEN

 

Resulta hasta un tanto miserable empezar las notas relacionadas con Woody Allen con explicaciones y disculpas por el solo hecho de hacer referencia a este artista impar que ha cumplido 85 años.

Los problemas generados por las denuncias en su contra de Mia Farrow y su hija veintisiete años atrás, nunca comprobadas, echan por tierra los aportes creativos de Allen realizados al cine, y a la cultura en general, más de cincuenta años de constante actividad, durante los cuales nos entregó obras maestras que, de tan sólidas y originales, resultan imperecederas.

El humor diferente, la originalidad de sus propuestas, sus distintas y particulares búsquedas expresivas, nos dieron verdaderas joyas artísticas que nos acompañan desde el momento inaugural de sus estrenos hasta el presente. “Jóvenes” para siempre, renovadas, modernas, risueñas en algunos casos, densas en otros, jocosas, melancólicas, únicas. 

Ahí están para hacernos buena compañía piezas tales como Annie Hall, Manhattan, La rosa púrpura de El Cairo, Zelig, Todos dicen te quiero, Medianoche en París, Los secretos de Harry (Deconstructing Harry), Balas sobre Broadway, Hannah y sus hermanas, Crímenes y pecados, Match Point, Otra mujer, Septiembre, Blue Jasmine… y sigue la cuenta.

Pocos como Allen para hacernos reír, pocos como él para contarnos la historia cotidiana del ser humano contemporáneo, para hablarnos de frustraciones y soledad, del amor y sus circunstancias, de la complejidad de la vida y tanto más. Porque Woody supo, y aún, con mayores vacilaciones que antes, sabe contarnos de un modo aparentemente “fácil” lo que de verdad es difícil.

Desconozco si de manera leal o aparente, suele decir que nada de lo que ha hecho es importante, que él no artista al estilo de lo que fueron sus admirados Bergman o De Sica. Será su manera de entender las cosas, pero no la mía, al menos. Porque Woody a través de sus películas me ha reconfortado con sus películas, con sus ironías, con sus magníficos textos, con sus diálogos imperecederos. Por todo eso, agradecido señor Allen. Y feliz cumpleaños. 

Comentarios