"EL BAILE DEL RELOJ", DE ANNE TYLER



El baile del reloj (Clock Dance), de Anne Tyler
Lumen, Barcelona, 2019, 338 páginas
Traducción de José Luis López Muñoz
En España: 19,90 euros. En Argentina no se ha distribuido en libro de papel. En ebook: 599,99 pesos

Con escasa o nula publicidad, la norteamericana Anne Tyler sigue cumpliendo con el “compromiso” de entregar cada año o año y medio una nueva novela protagonizada por sus personajes comunes que se enfrentan a un destino singular

Por su prolificidad suele confundirse a la norteamericana Anne Tyler como a una “fabricante” de bestseller. También porque se ocupa de los seres comunes viviendo situaciones casi de rutina. Seres del común, que no brillan en el constante fasto de la vida norteamericana (en tiempos normales, claro está).

Pero, diría Nabokov, es bueno y aconsejable fijarse en los detalles. Y en este caso el detalle se refiere a ese “casi” que escribí no por casualidad. Porque los seres comunes no son tan comunes en Tyler, y porque el “casi” los encuentra viviendo, experimentando, situaciones impensadas que resultan una cuña en su vida, un motivo extra para reflexionar sobre sus particulares existencias. Para hacer balance, y actuar en consecuencia.

Ha ocurrido en muchas de sus novelas, con sus historias, diferentes unas de las otras, con personajes muy particulares (uno de ellos el “turista accidental” -llevada al cine por Lawrence Kasdan, con un impecable William Hurt) y vuelve a pasar con Willa Drake (luego Willa MacIntyre, más tarde Willa Brendan), a quien la autora “sorprende” en varios momentos de su vida: 1967, 1977 y 1997, aunque se detiene largamente en el reciente 2017.

Quien lea esta “tranquila” novela no tendrá demasiados sobresaltos. Encontrará al comienzo de la novela a una Willa niña tratando de vender, sin demasiada suerte, chocolatines para recaudar fondos destinados a la banda infantil que integra. Luego se verá a la misma Willa sorprendiendo a sus padres al anunciar que se casa con el joven Derek y, años más tarde, a ella misma siendo horrible espectadora de la muerte de su irascible esposo en un accidente de tránsito que provoca debido a su impetuosidad.

En rigor, no he “spoileriado” nada importante, puesto que la novela cobra vuelo y sentido en la segunda larga parte de la historia (a mi entender, extendida más de lo necesario), es decir la serie de episodios inesperados, un tanto cómicos, y sutiles también, que ocurren a lo largo de 2017, cuando una Willa casada en segundas nupcias recibe una llamada inesperada.

Ciudad de Baltimore
Llamada desde Baltimore. Si el lector no está familiarizado con textos anteriores de Tyler, no advertirá la pequeña jugada de la autora, que hace que su personaje principal se traslade desde Arizona a Baltimore, porque esta ciudad de Maryland es el territorio por excelencia de Tyler, la zona en el que transcurren sus ficciones y en la que vive desde hace años.

Vale decir que allí la juega de local, el lugar donde “respira” más a sus anchas y la zona propia a la que hace llegar a Willa a causa de una absurda llamada telefónica.

Ocurre que una casi desconocida mujer, que ha sido pareja circunstancial de su hijo mayor, Sean, fue baleada en una pierna y su pequeña hija, Cheryl, confiada a una vecina. Es esa vecina la que llama a Willa, en la creencia de que Cheryl es su nieta, algo que no es cierto pero que la presunta “abuela” no aclara.

Tanto no lo hace, que acepta viajar desde Arizona a Baltimore para hacerse cargo de Cheryl (una niña nada prodigio, pero fascinante) y hasta de su perro (Avión, así llamado por sus largas orejas), una actitud que nadie entiende, especialmente su marido, Peter, pero que pese a eso se decide a acompañarla.

No cabe contar más, porque no corresponde, salvo que se puede decir que Willa, como tantos otros personajes de esta persistente escritora, se encuentra a punto de abrir la puerta cerrada y secreta que la aguarda, quizás, desde aquel tiempo en que no pudo vender sus chocolatines…


Datos para una biografía

Anne Tyler, nacida en Minneapolis en 1941, es autora de veinticuatro novelas, entre la que destacan Ejercicios respiratorios (Premio Pulitzer 1989), El turista accidental (National Book Critics Circle Award 1986), Reunión en el restaurante Nostalgia (PEN/Faulkner Award 1983), El matrimonio amateur (elegida por The New York Times como uno de los libros más importantes de 2004), Buscando a Caleb, El tránsito de Morgan, Casi un santo, ¿Qué fue de Delia Grinstead?, Un mundo roto, Cuando éramos mayores, Propios y extraños, La brújula de Noé, El hombre que dijo adiós, El hilo azul, Corazón de vinagre, El baile del reloj y Redhead by the Side of the Road (Pelirrojo al lado del camino), recientemente publicada en Estados Unidos. Es autora de cuentos para adultos y para el público infantil. Varias de sus historias han sido llevadas al cine, destacándose entre ellas “El turista accidental” (1988), dirigida por Lawrence Kasdan, con William Hurt y Geena Davis. Es miembro de la American Academy of Art and Letters. Desde hace años vive con su familia en Baltimore, donde están ambientadas casi todas sus obras.


En internet

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“Se ha mantenido ajena al ruido que rodea la maquinaria editorial y mediática, no ha concedido entrevistas durante décadas, ni ofrecido lecturas públicas, ni impartido clases de escritura creativa en universidades, ni mucho menos asistido a fiestas literarias” (Andrea Aguilar, El País, España)
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