"¿QUIÉN TE CREES QUE ERES?, DE ALICE MUNRO

Munro en la época que escribió el libro aquí comentado

¿Quién te crees que eres? (The Beggard Maid), de Alice Munro
Lumen, Barcelona, 2019, 308 páginas
Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino
En España: 19,90 euros. En Argentina: 899 pesos.

Ya se sabe: la escritora canadiense Alice Munro es una notable narradora, excepcional autora de cuentos. Descubierta a escala mundial al obtener el Premio Nobel de Literatura hace seis años, escribió desde muy joven, aunque debió atender prioritariamente las cuestiones hogareñas dado que se casó a los veintiún años y tuvo tres hijas.

En rigor, Munro (de soltera Alice Ann Laidlaw) publicó sus cuentos iniciales en los ’50 del siglo pasado y su primer libro de relatos apareció en 1968, aunque se considera que su verdadero comienzo literario se dio con su segundo libro, Las vidas de las mujeres, de 1971.

Para entonces ya se había divorciado de su primer marido, de quien tomó el apellido Munro, y regresó a su natal Ontario, en una de cuyas universidades desarrolló su tarea autoral, amén de haberse casado por segunda vez. Fue a partir de los años 1970 que la autora de Demasiada felicidad comenzó a sobresalir con su excepcional obra, cada vez más valorada.

De aquellos años data ¿Quién te crees que eres?, historias entrelazadas que tienen como protagonista a Rose, mujer nacida en un hogar pobre y disfuncional en el que se destaca Flo, su conservadora y vulgar madrastra, con la que mantendrá una compleja relación a lo largo de su vida.

Ontario, década de 1970
Lo femenino. Ya en este libro Munro habla de lo femenino de la manera profunda y compleja que se acentuaría en títulos posteriores. Ella sabe abordar hasta lo último, hasta aquello que no suele decirse, respecto de los sentimientos de las mujeres, de sus deseos, de sus frustraciones. Acá lo hace hablando a través de Rose, pero también haciéndose eco de cuanto siente Flo, un personaje atravesado por los prejuicios y que por eso mismo no sabe expresar penas ni alegrías.

Rose atraviesa por varias etapas en su vida y Munro, como hiciera John Updike en sus mejores ficciones, va siguiéndola con inteligencia, a través de estos relatos que la “sorprenden” en distintos momentos de su vida y que, al tiempo de encontrarse entrelazados, se pueden leer de manera independiente. En todos ellos, la autora “ausculta” a Rose, mostrándola en diversos episodios (muchos de ellos propios de la vida cotidiana) como de verdad es, vale decir con sus altruismos y sus mezquindades, con sus deseos expuestos, con cuanto anhela y con lo poco que va consiguiendo, en un derrotero que se extenderá más allá del libro, más allá de esta suerte de diario íntimo que Alice nos expone sin cortapisas y con esa, su forma aguda de “auscultar” a los seres humanos.

Luces y sombras, caídas, leves triunfos, tal la radiografía que ofrece Munro de esta chica originalmente pobre, de Ontario. La vida de Rose cambiará de manera sustancial cuando se traslada a Toronto, empieza una carrera universitaria y poco más tarde se casa con Patrick, otro estudiante del que al comienzo de la relación desconoce que es hijo de una familia muy rica, que “obviamente” terminará despreciándola (de ahí el título original, irónico, del libro, “La mendiga”, tomado de uno de sus relatos).

Aunque al final de su extensa, y tan rica, carrera literaria, llegarían sus grandes aportes (Demasiada felicidad y Mi vida querida) ¿Quién te crees que eres? resulta original, siempre bien narrada, y enriquecida por sus complejos personajes centrales. Se sabe, leer a Munro siempre es fascinante.

La edición en inglés
“Alguien estaba llamando a Rose; tenía que volver al rodaje. La chica no se tiraba al mar. No pasaban esas cosas en la serie. Esas cosas amenazaban con pasar, pero no pasaban, salvo de vez en cuando a personajes periféricos y poco atractivos. Los espectadores confiaban en quedar protegidos de esos desastres predecibles, así como de los giros dramáticos que lanzan la trama a la incógnita, los vuelcos que exigen nuevos planteamientos y soluciones y abren las ventanas a escenarios inolvidables poco apropiado. Que Simon muriera se le antojó a Rose como uno de esos giros. Era absurdo, era injusto, que un suceso de ese calado hubiese quedado fuera del guion y que Rose incluso a esas alturas pudiese haberse creído la única que realmente estaba indefensa”. (p.259):

Datos para una biografía

Alice Munro nació con el nombre de Alice Ann Laidlaw en Wingham, Ontario, en julio de 1931. En su niñez vivió en una granja y cuando tenía veinte años se casó con Michael Munro, con quien tuvo tres hijas. Primero se instalaron en Vancouver y más tarde en Victoria, donde pusieron una librería. La autora se divorció en 1972 y se transformó en escritora-residente de la University of Western Ontario. En 1976 contrajo segundas nupcias con Gerald Fremlin. Por entonces ya había iniciado su carrera literaria basada centralmente en cuentos o relatos. Excepcionalmente publicó una sola novela. Reconoció el influjo temprano de otras grandes escritoras, tales como Katherine Anne Porter, Flannery O’Connor, Carson McCullers y Eudora Welty, así como de autores de la talla de James Agee y William Maxwell. Se la ha llamado “la Chéjov canadiense”, ganó varios premios en su país y en otras naciones. Ha sido traducida a diversos idiomas y en 2013 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura. En nuestro idioma se han publicado Las lunas de Júpiter (1982, edición original), Progreso del amor (1986), Amistad de juventud (1990), Secretos a voces (1994), El amor de una mujer generosa (1998), Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001), Escapada (2004), La vista desde Castle Rock (2008), Demasiada Felicidad (2009) y Mi vida querida (2012), además de diversas antologías. En los últimos años y debido a la pérdida de su memoria, ha dejado de escribir. Varias de sus ficciones han sido llevadas a la pantalla, especialmente en la televisión.

Video: Alice Munro y la editora inglesa Diana Athill conversan el 21 de octubre de 2009 en Harbourfront (Toronto), en un evento del 30º Festival Internacional de Escritores. Modera el locutor canadiense Bill Richardson. Subido a YouTube por Manligero el 27.2.17. Duración: 5,06 minutos. Subtitulado en castellano

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