Los crímenes de Alicia
Destino,
Barcelona-Buenos Aires, 2019, 329 páginas
Premio Nadal de
Novela 2019
En España:
20,50 euros. En Argentina: 769 pesos
Una madre protectora
Potsfacio de
Matías Mascardi
Planeta, Buenos
Aires, 2019, 102 páginas
En Argentina: 449
pesos
Libros de Guillermo Martínez
Ambigüedad,
sutilezas, levedad, presencia de la matemática, talento narrativo. Se trata del
territorio exclusivo (y tantas veces elusivo) del argentino Guillermo Martínez,
que ha retornado con una sólida novela-acertijo, Los crímenes de Alicia, y también con un cuento largo, reeditado, Una madre protectora, que se ve
enriquecido por un breve y puntual estudio de Matías Mascardi.
Alicia retoma la buena
experiencia de Martínez que se llamó primero Crímenes imperceptibles y luego Los
crímenes de Oxford (llevada al cine por Álex de la Iglesia), novela que le
dio al argentino fama internacional. En el nuevo relato “estamos” en el mismo ámbito/ambiente,
la muy británica Oxford, y con los mismos personajes centrales, el decir el
narrador, un estudiante argentino de matemática, y el profesor Arthur Seldom. Y
en junio de 1994, es decir tiempo después del “episodio” anterior.
Como ocurriera en
Crímenes, el lector se verá ante una
serie de preguntas que demorarán en encontrarse con las respuestas, de asesinatos
ciertos o probables, de leves situaciones amorosas y de personajes muy
particulares, que le darán un especial tono a esta historia que se presenta
además como una inmersión sesgada en la vida, antes que en la obra, del
inmortal creador de Alicia, Lewis Carroll.
Esta vez Seldom
vincula al narrador con una “hermandad” que estudia al gran creador inglés y
que se encuentra próxima a publicar los diarios privados de quien se llamó Charles Lutwidge Dodgson y que mantuvo con la familia
Liddell una relación singular. Una hija, pequeña, de los Liddell era Alice,
por quien Carroll-Dogson escribió su obra inmortal. Y a la que (además) le sacó
fotografías que aún hoy siguen despertando controversias.
Pero ocurre
que los diarios fueron oportunamente sometidos a la censura, después de la
muerte de Carroll, por sus sobrinas nietas y, al momento de que la hermandad (pese a dicho “recorte”) se
muestra decidida a publicar los diarios, una becaria, Kristen Hill, afirma que
ha descubierto unas líneas –de entre las muchas censuradas- que pueden dar un
vuelco fundamental a lo que hasta ese momento se consideraba la “historia
oficial” de Carroll/Dodgson.
![]() |
Carroll con la pequeña Alice |
La reunión que no pudo ser. Obvio, ante la posible revelación, los fanáticos del autor aguardan
con gran expectativa participar de una reunión a la que se propone asistir
Kristen, a quien sus integrantes han citado, pero a sus mejores intenciones la
becaria no puede concurrir porque un grave accidente se lo impide.
A partir de
ese momento se sucederán los hechos extraños, las situaciones que irán complicando
y adensando una trama en la que, además de crímenes ciertos o presuntos y
múltiples sospechas, se pondrá en tela de juicio la propia moral de Carroll, a
su vez condicionada por la no siempre estricta moral victoriana, es decir la de
su época. Esto se debe a que el escritor, fotógrafo aficionado, tomó fotos a
niñas púberes en poses que hoy pueden considerarse eróticas, pero que por
entonces no eran vistas de esa forma sino como representaciones artísticas.
Martínez es
hábil para ir dosificando el suspenso, y también para cimentar de a poco una
historia que, al tiempo de jugar con el misterio de las líneas censuradas y al
parecer encontradas por la becaria, también lo hace con situaciones confusas,
que tienen que ver con muertes inesperadas, la distribución de fotos
“atrevidas” de diversas niñas y hasta los cuestionamientos que en nuestro
presente se le terminan formulando al propio Carroll por su no siempre clara
relación con esas menores.
Como se
trata de un texto “policial”, de misterios que se irán resolviendo de a poco
(cuando así ocurre) conviene –y corresponde- omitir detalles, pero es
interesante a mi juicio destacar la destreza del narrador argentino para ir
descorriendo los velos del relato y
su sólida solvencia como narrador, ya evidenciada en obras anteriores.
Define
Martínez a esta forma del género policial clásico como “una confrontación de
inteligencias” que se extiende, claro está, a sus lectores. Una más que compleja
aventura literaria…
![]() |
El libro de Leach |
En el colofón de la novela, el autor advierte que si
bien la mayor parte de la historia es ficción, ha tomado datos de la realidad,
tales como la publicación de los diarios de Carroll o el descubrimiento por
parte de Karoline Leach del material censurado y los cambios de perspectivas
que los estudios de la escritora británica generaron en torno al creador de Alicia, suscitando no pocas polémicas.
Un cuento terrible
Circunstancialmente,
en un círculo de artistas, el narrador conoce a un pintor cincuentón quien, a
su vez, se ha relacionado sentimentalmente con una mujer, más joven y
extranjera. De esa pareja, de la que quien cuenta la historia va teniendo
noticias esporádicas, nacerá un hijo que –en forma creciente y
angustiante- se volverá obsesión para el padre.
El pintor
tomará contacto con el narrador y le irá informando sobre lo que pasa en su
vida familiar, las presuntas o ciertas obsesiones de la madre y lo que acontece
o cree que acontece con su pequeño hijo.
La mano
firme de Martínez va sumergiéndonos de a poco en una historia inquietante que
acerca al terror, sin nunca terminar de definirse. Un texto sólido que bien
merece la reedición, enriquecida por el aporte del ensayista Mascardi. Esta historia
ha sido llevada recientemente al cine.
Datos para una biografía
Guillermo Martínez, uno de los escritores argentinos más traducidos, nació en Bahía Blanca en
1962 y se radicó en Buenos Aires en 1985 donde se doctoró en Ciencias
Matemáticas. Posteriormente residió dos años en Oxford, Gran Bretaña. Publicó
las novelas Acerca de Roderer (1992),
La mujer del maestro (1998), Crímenes imperceptibles (2003, Premio
Planeta de Argentina, también conocida como Los
crímenes de Oxford), La muerte lenta
de Luciana B (2007), Yo también tuve
una novia bisexual (2011) y Los
crímenes de Alicia (2019, Premio Nadal), los libros de cuentos Infierno grande (1989) y Una felicidad repulsiva (2013, Premio
Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez) y los ensayos Borges y la matemática (2003). La fórmula de la inmortalidad (2005), Gödel (para todos), en colaboración con
Gustavo Piñeiro (2009) y La razón
literaria (2016). Ha recibido diversos premios y distinciones y estuvo
becado en universidades e institutos del exterior. Colabora con diversos
medios, tanto de Argentina como del exterior. El español Alex de la Iglesia
llevó al cine en 2008 Crímenes
imperceptibles con el título de “Los crímenes de Oxford”. A su vez, el
argentino Sebastián Schindel dirigió una adaptación del cuento “Una madre
protectora” (de Una felicidad repulsiva)
con el título de “El hijo” (2019).
En internet:
Video: entrevista a
Guillermo Martínez en el programa “El búho entre libros”, subido a YouTube el
18.2.19. Duración: 14,40 minutos.
Comentarios
Publicar un comentario