AZNAVOUR, SÁBAT: DOS GRANDES AUSENCIAS


En cuarenta y ocho horas dos grandes talentos nos han dejado: Charles Aznavour y Hermenegildo Sábat. Ambos llegaron a la ancianidad en gran forma. El primero cantando y con planes de seguir ofreciendo sus espectáculos a lo largo y ancho del mundo y el artista uruguayo dibujando hasta ayer mismo.

Aznavour difundió su arte, como cantante, como compositor, como actor, a escala universal. “Menchi”, aunque reconocido fuera de nuestras fronteras, fue más regional, más acotado a la Argentina, su patria de adopción, y al Uruguay en el que nació y en el que dejó fuertemente marcada su impronta de creador excepcional.

De ambos es poco lo que uno puede añadir, luego de que todo se ha dicho de ellos con justicia, en los grandes medios. Con Aznavour, podría decirse, se apagó la voz del último gran representante del cancionero popular del siglo XX. Sus canciones emblemáticas, tales como “Venecia sin ti”, “La bohemia” o “She”, han vuelto a ser reproducidas a lo ancho y largo del planeta que ha quedado conmovido por el fallecimiento de este armenio universal, muerto en su París natal a los noventa y cinco años.

Fue también un talentoso intérprete de cine. Se lo recuerda como el protagonista central de esa excepcional película que fue “Disparen sobre el pianista”, dirigida por François Truffaut. Aunque también a esa galería le sumo otras dos interpretaciones de excepción: la de “Los fantasmas del sombrerero”, de Claude Chabrol (película en la que se escucha la voz de Jairo) y “Ararat”, de Edward Saroyan.

Por suerte, las centenas de canciones que grabó seguirán acompañándonos, haciendo que la vida se torne más afable. Como quedarán los impecables dibujos de Sábat, galería que iniciara en su juventud montevideana y que luego siguiera en medios emblématicos de Buenos Aires, tales como “Primera Plana”, “Crisis” y “La Opinión”, para desembarcar en “Clarín” en 1973 y seguir trabajando allí hasta ayer mismo. Anoche, cuentan, Menchi se acostó y hoy ya no despertó.

Tenía ochenta y cinco años. Fue el gran maestro de la caricatura argentina. Se jugó al máximo en tiempos de la dictadura caricaturizando a Videla y al resto de los dictadores de la época y nunca se aminaló ante el poder de turno. En Clarín, durante largo tiempo, vino publicando domingo a domingo una “galería” de caricaturas de seres imprescindibles. Sin la menor duda, él mismo debía haberse sumado a ella.

Éticos, felizmente consagrados y queridos por miles de seguidores, ya los empezamos a extrañar.


Comentarios

  1. Y, no va a ser nada fácil poder reemplazarlos por otras figuras que ocupen su espacio. Porque el " Menchi" era - también- Periodista, fotógrafo, pintor y Poeta.. Algo imposible de poder reemplazar y ¿ qué puedo decir de Charles Aznavour? Que se decía que era el Frank Sinatra Europeo, que se caso tres veces ( Su último amor, llamada: Ulla Thorsel fue "Una historia de amor casi de cuentos, todos quisiéramos vivir algo así alguna vez" ), que fue un excelente actor, que en 1979 se atrevió a hacer un Spot publicitario de un Champagne llamado. " Monitor" Y que en 1990, en una visita a la Argentina, Charles se enojo - y con justa razón- con un periodista cuando le recordó aquel famoso jingle: "Con todo lo que hice en el mundo de la música lamento que recuerde esa anécdota" ( Pero, esa es otra historia)

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