Aznavour
difundió su arte, como cantante, como compositor, como actor, a escala
universal. “Menchi”, aunque reconocido fuera de nuestras fronteras, fue más regional, más acotado a la Argentina, su patria de
adopción, y al Uruguay en el que nació y en el que dejó fuertemente marcada su
impronta de creador excepcional.
De ambos es
poco lo que uno puede añadir, luego de que todo se ha dicho de ellos con
justicia, en los grandes medios. Con Aznavour, podría decirse, se apagó la voz
del último gran representante del cancionero popular del siglo XX. Sus
canciones emblemáticas, tales como “Venecia sin ti”, “La bohemia” o “She”, han
vuelto a ser reproducidas a lo ancho y largo del planeta que ha quedado
conmovido por el fallecimiento de este armenio universal, muerto en su París
natal a los noventa y cinco años.
Fue también un
talentoso intérprete de cine. Se lo recuerda como el protagonista central de
esa excepcional película que fue “Disparen sobre el pianista”, dirigida por
François Truffaut. Aunque también a esa galería le sumo otras dos
interpretaciones de excepción: la de “Los fantasmas del sombrerero”, de Claude
Chabrol (película en la que se escucha la voz de Jairo) y “Ararat”, de Edward Saroyan.
Por suerte, las
centenas de canciones que grabó seguirán acompañándonos, haciendo que la vida
se torne más afable. Como quedarán los impecables dibujos de Sábat, galería que
iniciara en su juventud montevideana y que luego siguiera en medios
emblématicos de Buenos Aires, tales como “Primera Plana”, “Crisis” y “La
Opinión”, para desembarcar en “Clarín” en 1973 y seguir trabajando allí hasta
ayer mismo. Anoche, cuentan, Menchi se acostó y hoy ya no despertó.
Tenía ochenta y
cinco años. Fue el gran maestro de la caricatura argentina. Se jugó al máximo
en tiempos de la dictadura caricaturizando a Videla y al resto de los
dictadores de la época y nunca se aminaló ante el poder de turno. En Clarín,
durante largo tiempo, vino publicando domingo a domingo una “galería” de
caricaturas de seres imprescindibles. Sin la menor duda, él mismo debía haberse
sumado a ella.
Éticos,
felizmente consagrados y queridos por miles de seguidores, ya los empezamos a
extrañar.
Y, no va a ser nada fácil poder reemplazarlos por otras figuras que ocupen su espacio. Porque el " Menchi" era - también- Periodista, fotógrafo, pintor y Poeta.. Algo imposible de poder reemplazar y ¿ qué puedo decir de Charles Aznavour? Que se decía que era el Frank Sinatra Europeo, que se caso tres veces ( Su último amor, llamada: Ulla Thorsel fue "Una historia de amor casi de cuentos, todos quisiéramos vivir algo así alguna vez" ), que fue un excelente actor, que en 1979 se atrevió a hacer un Spot publicitario de un Champagne llamado. " Monitor" Y que en 1990, en una visita a la Argentina, Charles se enojo - y con justa razón- con un periodista cuando le recordó aquel famoso jingle: "Con todo lo que hice en el mundo de la música lamento que recuerde esa anécdota" ( Pero, esa es otra historia)
ResponderEliminarAsí es. Ambos, inolvidables.
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