Diseño: Gerardo Morán |
Cuentos completos I, de Rubem Fonseca.
Tusquets
Editores, Buenos Aires, 2018, 574 páginas.
Traductores:
John O’Kuinghttons, Teresa Arijón, Bárbara Belloc y María González.
En
Argentina: 519 pesos. En México: 328 pesos mexicanos.
Le
llaman “realismo visceral”, un realismo directo -muchas veces brutal-, al que
suele adicionar su humor, inconfundible por sarcástico. De esa manera ha
elaborado una amplia obra el brasileño Rubem Fonseca, un escritor infatigable
que sigue forjando su literatura a los noventa y tres años.
Ha
sido muy buena la idea de compilar sus cuentos completos. El primer tomo,
conocido el mes pasado en nuestro país, contiene sus cinco primeros libros de
relatos, que abarca el período 1963-1979, y a ellos le seguirán, el mes que
viene, el tomo II y entre fines de año o comienzos del próximo el tercero, que llega hasta Amalgama, de
2013. Un total de catorce títulos, a los que habría que agregar dos más,
publicados en años posteriores. Quizás
en un cuarto tomo…
Hay
mucha violencia en estas historias, no todas policiales, acompañadas en
distintas ocasiones por una subyacente jocosidad, aunque en muchos casos cabe
volver a preguntarse de qué se ríe la hiena. Porque en esos lugares
desangelados, con hombres brutales y poderosos, con mujeres lastimadas, con
niños golpeados u olvidados, poco lugar hay para el humor y sí y en cambio una
suerte de dolor subyacente, que Fonseca ha sabido mostrar muy bien, sin
añadidos sentimentales (sentimentaloides)
innecesarios.
Violencia
social y, también, violencia sexual. Los hombres suelen imponerse en casi todos
los casos y Fonseca, que evita predicar, expone dicha realidad con su estilo
seco y directo, como quien da constantes golpes a la mandíbula. Sin anestesia
alguna. A veces se hace difícil de leer, no por su forma de escribir, sino por
la crudeza con la que expone la miseria y la crueldad de los humanos.
Mandrake en la TV brasileña |
“Me llaman Mandrake”. Los relatos
policiales, que abundan, se desarrollan en escenarios de brutalidad, pobreza
extrema, alcohol, droga, y muchísima soledad. Fonseca elude la fantasía y hasta
(se podría decir) la belleza. Mandrake, así llamado, es el protagonista de
muchas de sus historias, al que críticos y seguidores de Fonseca ven como “una
prolongación” del autor.
Este
personaje, que ha aparecido tanto en cuentos como en novelas, es un abogado
criminalista y suele verse envuelto en situaciones turbias, que resuelve a su
manera sin tomar demasiado en cuenta a la ley y el orden. Él mismo tiene una
vida desordenada, marcada por amores no siempre correspondidos y fracasos
reiterados.
En
Fonseca, en las historias de Mandrake y de otros personajes, se percibe el
reiterado fracaso o el triunfo pírrico. ”El
mundo, según Fonseca, es un escenario donde los personajes se prometen a sí
mismos cumplir con sus ilusiones a pesar de que fracasen; donde la ficción
ayuda a sobrevivir en medio de una realidad precaria y el amor es una forma de
redención que acaso sea pasajera o un sueño hecho realidad a largo plazo”,
escribió con acierto Hugo Chaparro Valderrama.
Además
de Mandrake, Fonseca ha pergeñado otros personajes complejos, como lo es el
comisario Vilela, protagonista central del relato “El collar de perro”, que transcurre
en sitios de pobreza extrema, como las favelas, y también en miserables
comisarías. El extenso relato muestra a un hombre de la ley
incomprendido, debido a que no permite que su gente incurra en el habitual
delito cotidiano de la tortura o, también, en el robo (o el asesinato).
Los
críticos remarcan en
forma reiterada (como puede verse en el video que agrego a esta nota) la identificación del narrador brasileño con la más cruda
novela negra norteamericana, con la que sostiene notorias afinidades,
advertible en gran parte de sus relatos.
El
gran escenario es Río de Janeiro, “telón de fondo” habitual para las historias
de Mandrake y de otros antihéroes. Bien han dicho que la muerte y sus misterios
le sirven a Fonseca para describir el caos. Los más de sesenta cuentos que
integran esta selección lo certifican con creces.
Datos para una biografía
Rubem Fonseca nació en Minas Gerais, Brasil,
en 1925, y es considerado como uno de los autores más sobresalientes de ese
país. Su narrativa, caracterizada por su estilo directo, agudo y mordaz, le ha
valido innumerables distinciones: el Premio Camões (el más importante en lengua
portuguesa), el Premio Konex Mercosur a las Letras, el Premio de Literatura
Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, y el Premio Iberoamericano de
Narrativa Manuel Rojas, entre otros.
El tratamiento de la crueldad, las situaciones corrosivas en las que ubica a sus personajes y los giros de humor son sellos característicos dentro de su obra, un estilo que ha marcado pauta para más de una generación de escritores. Su obra está constituida por dieciséis libros de cuentos, once novelas, un libro de crónicas y otro de memorias. Empezó a publicar en 1963 con Los prisioneros, libro de cuentos (incluido en el primer volumen de sus Cuentos completos) y el más reciente es Calibre 22, conocido el año pasado. Cerca de veinte de sus ficciones han sido llevadas al cine o a la televisión. La obra de Fonseca ha sido traducida a múltiples idiomas y se lo considera uno de los referentes obligados de la novela y el cuento policiaco.
El tratamiento de la crueldad, las situaciones corrosivas en las que ubica a sus personajes y los giros de humor son sellos característicos dentro de su obra, un estilo que ha marcado pauta para más de una generación de escritores. Su obra está constituida por dieciséis libros de cuentos, once novelas, un libro de crónicas y otro de memorias. Empezó a publicar en 1963 con Los prisioneros, libro de cuentos (incluido en el primer volumen de sus Cuentos completos) y el más reciente es Calibre 22, conocido el año pasado. Cerca de veinte de sus ficciones han sido llevadas al cine o a la televisión. La obra de Fonseca ha sido traducida a múltiples idiomas y se lo considera uno de los referentes obligados de la novela y el cuento policiaco.
Video:
“Rubem Fonseca, exponente de la novela negra”. Programa “Final de partida”, de
la televisión mexicana, dirigido por Nicolás Alvarado y Julio Patán. Subido a
YouTube el 16.6.16. Duración: 25,18 minutos.
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