En la excelente página digital Literay Hub se
reproduce una nota del escritor estadounidense Jay Parini cuyo título,
traducido, es “Una cerveza con Borges” y originalmente
publicada en New England Review. Ella contiene una información a mi juicio tan
excepcional como incomprobable, porque Borges habría contado cómo imaginaba la
novela que nunca escribió.
En la nota, Parini no precisa cuándo se produjo
el encuentro, pero habría que fecharlo en la década de 1960, quizás a fines de
ella, por la edad que tenía el entonces joven autor norteamericano. Borges
había aprovechado el viaje para reunirse con su traductor Alastair Reid, a su
vez mentor del entonces joven autor norteamericano.
La visita al pub se produjo cuando Parini se
tuvo que “hacer cargo” del autor de Ficciones,
a quien en la presentación de la nota se lo llama “la grandeza”, la vez en que
Reid debió hacer un corto viaje.
Parini, nacido en 1948, era por entonces un
veinteañero que desconocía a Borges. Lo describe hoy como una persona vestida
con ropa algo antigua y también descuidada y dice que en la actualidad lo
recuerda mucho, al punto que se le presenta reiteradamente en sueños (“él huele
a edad, con el olor de la humedad y la acidez de los años”).
Como entonces no lo conocía le preguntó si
escribía novelas y Borges, amable y didáctico, le aclaró que nunca lo había
hecho y presumía que jamás lo haría. No obstante, quizás animado por saber que
se encontraba en un pub bebiendo cerveza negra, le habría dicho lo siguiente:
"Toda
mi vida soñé con escribir una novela. Durante muchas décadas planeé
escribir una historia épica de las pampas. Habría gauchos y prostitutas, y muchos
criminales. Sería una saga grande y panorámica de la vida familiar a lo
largo de muchas generaciones, con amoríos fallidos e incesto, y logros
espectaculares también. Las guerras irían y vendrían. Habría fratricidios y matricidios. El
volumen requeriría tal vez mil páginas para abarcar todo lo que debo decir".
Por supuesto, el maestro jamás escribió ese
texto, pero respecto de tan riquísima idea, le dijo al joven (ya deslumbrado
por el gran argentino, supongo) que si bien la historia que todos
hubiéramos querido leer nunca existió, como contrapartida “después
de muchas décadas” se levantó temprano un día y fue a su escritorio en el
que escribió “una reseña de una página de esta gran novela, y eso satisfizo
el impulso".
![]() |
Jay Parini |
Admito que no he podido avanzar más allá de esto
que reproduzco. En tanto, interpreto que debería acordarse credibilidad a la anécdota,
porque Parini es un reconocido escritor y académico, autor de novelas y
biografías de amplia difusión tanto en su país como a nivel internacional. Como ejemplo, cabe mencionar que una
película famosa, “La última estación” (2009, dirigida por Michael Hoffman, con
Christopher Plummer y Hellen Mirren, sobre los últimos días de la vida de León
Tolstoi), está basada en una de sus principales ficciones.
Ahora bien, vuelta de tuerca, no habría que
descartar una boutade de Borges, algo
inventado sobre la marcha para sorprender (y quizás sorprenderse) a un joven
deslumbrado, en un pub en Escocia, mientras se degusta cerveza negra y la
imaginación desborda… Borges, genio y figura.
Que el lector decida. Y, quizás, pueda hacer algún aporte al respecto.
Si esto ocurre, será muy bienvenido.
![]() |
Fernando Sorrentino |
Agregado del
30.3.18:
el escritor argentino Fernando Sorrentino,
autor de Siete conversaciones con Jorge
Luis Borges (1974, reeditada
en varias ocasiones) hace su interpretación sobre los recuerdos de Parini y
considera que, tal como indico en el cierre de la nota, no fue más que una
verdadera broma borgiana.
Al respecto, en un correo, me dice:
Hola, Carlos:
Busqué el artículo en
inglés.
Cuando Borges dice: “No, no, my dear boy,” he said. “But you must know: I
have my whole life dreamed of writing a novel. For many decades I planned to
write an epic story of the Pampas. There would be gauchos and whores, and so
many criminals. It would be a large and panoramic saga of family life over many
generations, with failed love affairs, and incest, and spectacular
achievements, too. Wars would come and go. There would be fratricide, and
matricide. The volume would require perhaps a thousand pages to
encompass everything I must say”, creo, simplemente, que le está tomando el
pelo a Jay Parini; está queriendo impresionarlo con "pampas" (palabra
que él nunca usaba; siempre decía "llanuras"), "gauchos" y
demás color local.
Mirá lo que Borges me
dijo a mí (Siete conversaciones, pág. 219):
F.S.: Hace un ratito usted me dijo
que la novela era un género que terminaría por desaparecer. ¿Hace mucho que
tiene esta idea o en su juventud pensó alguna vez en escribir una novela?
J.L.B.: No, nunca
pensé en escribir novelas. Yo creo que, si yo empezara a escribir una novela, yo
me daría cuenta de que se trata de una tontería y que no la llevaría hasta el
fin.
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