En un acto cargado de
emociones, la Asociación de Escritores de Santa Fe (ASDE), me entregó el Premio
a la Labor Literaria 2017. Mi emoción fue mayor aún porque el acto fue cerrado
por mi hijo Gerardo, cantautor, quien presentó algunas de las canciones que
integran su reciente disco “En un cielo abierto”.
El evento se desarrolló en
el Centro Cultural Municipal de Santa Fe, al que asistieron miembros de la Asde
así como familiares y amigos que me acompañaron en la ocasión, muy importante
para mí. Esa noche se confirieron otras distinciones, entre ellos la Faja de
Honor al libro de relatos “Adoquines sueltos”, del rosarino Billy Boldt, al tiempo
que se presentaron los últimos números de la revista de la entidad. Ofició como
maestro de ceremonias el secretario de Cultura de la Asde, el escritor
Miguel Ángel Gavilán.
En lo que refiere al
premio que me fue otorgado, mi colega y amiga, la presidenta de Asde, Trudy Pocoví,
hizo repaso a mi doble carrera, si así la puedo llamar, de periodista y escritor
y luego me entregó un diploma y de una estatuilla diseñada por el
artista local Roberto Favaretto Forner. Sobre la estatuilla, la escritora y
coreuta hizo saber que la obra de arte había sido objeto de un determinado
tratamiento que llevó adelante su esposo, el fotógrafo y también amigo Leonardo
Rosenfeld, quien me envió un sentido mensaje de felicitaciones. Con Leonardo
hemos trabajado en un diario hoy desaparecido, él en su calidad de fotógrafo y
yo, claro está, como periodista.
Luego me tocó hablar.
Improvisé palabras haciendo referencia a lo que significaba escribir fuera de
los circuitos comerciales, en una ciudad como la de Santa Fe en la que es arduo
realizar tareas artísticas, ya se tratase de literatura como de cualquier otra
disciplina. Se lucha contra la indiferencia y todo implica un esfuerzo
permanente.
En cuanto al escribir,
recordé los “consejos” que daba el joven Chéjov en una revista humorística de
su época, señalando que los padres debían tomar a los recién nacidos y mientras
se los castigaba había que decirles “no debes ser escritor”, varias veces. Si
esa y otras “lecciones” semejantes no prendían en la criatura, agregaba el que
sería luego un gran autor, el padre de turno debía resignarse y aceptar que ese
niño, o esa niña, sería irrenunciablemente una persona ligada a las letras de
por vida.
También recordé
palabras de Onetti, imaginando que como escritor tuviese que declarar ante el
tribunal de Praga que juzgó a Joseph K. Puesto ante el inflexible juez que
supuestamente me preguntara sobre por qué escribo, dejando de lado cualquier
motivo o pretexto “social”, obligado a ir a lo esencial, diría como el inolvidable
escritor uruguayo: “Se escribe porque no hay más remedio”.
Manifesté que aunque
muchas veces nos vemos compelidos a expresar que tenemos una determinada profesión, ajena a la literatura, lo cierto es que antes que nada nos sabemos
escritores. Personas que con estéticas disímiles, con criterios distintos, con
búsquedas expresivas diferentes, luchan con la palabra para extraer de ella lo
que se quiere o se intenta decir.
Expresé, por fin, que
más allá de las búsquedas y los logros, las escritoras y los escritores no
dejamos de ser cronistas de la época que nos toca vivir. Y, que dejando de lado
las adhesiones mayores o menores que recibamos en nuestras vidas, en cuanto
santafesinos, lo queramos o no, somos también la propia voz escrita de Santa
Fe, sostenida a lo largo de generaciones.
Diego Oxley |
Rendí mi homenaje a
tres autores de la región, Diego Oxley, Edgardo Pesante y Arturo Lomello,
pidiendo disculpas por omitir a otras personas que se destacaron en los sesenta
años de vida de Asde, pero los citados tuvieron significativas incidencias en
mi vida y tanto con Oxley como con Arturo compartí el trabajo periodístico.
Fueron, además de escritores, excelentes personas.
Antes de que cantara
Gerardo, quise destacar el gran acompañamiento que a lo largo de los años he
tenido de mi familia, es decir mi esposa Zulema y mis dos hijos, Pablo y el
propio Gerardo que, lo dije allí y aquí lo reitero, han sido verdaderos
puntales en mi existencia y gran compañía en mi vida de escritor.
Gerardo, tanto o más
emocionado que yo, pudo superar el momento y ofrecer un breve recital que fue
muy recibido por el público asistente. El acto se cerró con un brindis.
Además de Trudy y
Miguel Ángel, integran en la actualidad la comisión directiva de Asde María del
Carmen Villaverde de Nessier (vicepresidenta), Zunilda Estela Gaite (secretaria
general), Jorge Romeo Spais (secretario de hacienda), Juan Pablo Muchiut
(secretario de actas), Julio Luis Gómez, Elda Teresita Sotti, Norma Lidia
Cáceres, María Luisa Ferraris y Hugo Luis Bonomo (vocales). A todos ellos mi
agradecimiento.
Recibo el afectuoso saludo de Trudy, luego de la entrega del premio |
Con Gerardo, luego de la ceremonia |
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