En el año que hoy
concluye, he comentado diversas novedades, así como algunas reediciones. De las
primeras, destaco a ”4 3 2 1” (Seix Barral), la extensa historia con la que el norteamericano
Paul Auster regresó a la ficción, contando la vida de su casi alter ego Archie
Ferguson que, según como vayan desarrollándose los acontecimientos, deriva
hacia distintos “posibles”. Es también la historia de los Estados Unidos en el
lapso que va desde fines de los ’40 hasta comienzos de los ’70 del siglo
pasado. Ambiciosa y compleja, resulta un válido trabajo calificado por muchos
críticos como una de sus mejores novelas. A mi juicio es demasiado extensa con
diversos altibajos, pero sin duda se trata de lo mejor que dio Auster desde
“Invisible” (2009).
El primero de ellos fue “Los diarios de de Emilio Renzi” (Anagrama). Se
trata del tomo tercero de una serie que se comenzó a conocer dos años atrás.
Titulado “Un día en la vida”, resulta una revisión de la vida y la obra de
Piglia que concluye cuando publica “Respiración artificial” ¡980), aunque luego
agrega una serie de artículos complementarios, como el que da título a este tercer
volumen, que lo enriquece de manera singular.
De argentinos hablo. Y de entre ellos destaco a Carlos Chernov por su distópica novela “El sistema de
las estrellas” (Interzona), que transcurre en un mundo que se
muestra abrumador, con los ricos dominando el orbe y el resto postrado a sus
pies, poderosos que todo lo deciden y pobres que se han vuelto sus esclavos. Hay
escenas de gran crueldad y una utopía reservada a los poderosos que consiste en
dejar “vivos” sólo a sus cerebros que disfruten del placer por un tiempo casi
indefinido. Una inquietante proyección de nuestro presunto futuro.
”La hija del criptografo” (Planeta), de Pablo de Santis, es otra de las novelas argentinas publicadas este año que se destaca del resto. Transcurre en los ’70 del año pasado y se caracteriza por la multiplicidad de situaciones (de encerrona) que se le van presentando a su protagonista, Miguel Dorey, un llevado-y-traído por diversos enigmas y la totalidad de la historia –que se sumerge en los hechos represivos de la época- termina siendo un laberinto de preguntas, propio del autor, que no da tregua al lector, resultando otra muestra de la habilidad de De Santis para avanzar en zonas de misterio y claves a resolver.
”La hija del criptografo” (Planeta), de Pablo de Santis, es otra de las novelas argentinas publicadas este año que se destaca del resto. Transcurre en los ’70 del año pasado y se caracteriza por la multiplicidad de situaciones (de encerrona) que se le van presentando a su protagonista, Miguel Dorey, un llevado-y-traído por diversos enigmas y la totalidad de la historia –que se sumerge en los hechos represivos de la época- termina siendo un laberinto de preguntas, propio del autor, que no da tregua al lector, resultando otra muestra de la habilidad de De Santis para avanzar en zonas de misterio y claves a resolver.
En el blog, en
distintos momentos del año, además del libro de Saer destaqué a otras reediciones.
A mi juicio la más importante ha sido la de “La familia Moskat” (RBA), de
Isaac Bashevis Singer, maestro del relato realista quien recibiera el Premio
Nobel de Literatura en 1979. En ella, Singer, a través de múltiples personajes
que habitan en la Varsovia de la juventud del autor, judíos en su totalidad,
traza un vívido, detallado y riquísimo panorama de una época y de un estilo de
vida fenecido, que va desde las primeras décadas del siglo XX hasta los
comienzos de la Segunda Guerra Mundial, cuando ese mundo es exterminado por la
barbarie nazi. Un libro ejemplar.
En el blog he procurado
reducir al mínimo la información de tipo personal, pero en el año que finaliza
me ocurrieron dos novedades significativas como escritor.
Me detengo finalmente
en dos notas que publiqué este año. La primera de ellas habla de los tres tomos que hasta ahora ha publicado
Galaxia Gutenberg de la obra completa del cubano Guillermo Cabrera Infante,
destacándose los notables comentarios de cine que hizo GCI en su juventud,
también la reedición de sus excelentes cuentos reunidos en “Así en la paz como
en la guerra” y la correspondiente a su rupturista novela “Tres tristes tigres”
que le dio fama y no pocos dolores de cabeza.
”Consideraciones sobre periodismo y literatura” es la que nota que escribí
y publicó El Litoral y que más tarde colgué en el blog. La base fue el texto
que leí invitado por la filial Santa Fe de la Sade, en un encuentro del que
participó, también como disertante, el periodista y escritor Estanislao Giménez
Corte.
Tal, el resumen del año
en el blog. A las amigas y a los amigos que lo siguen les deseo un feliz año
nuevo, pleno de realizaciones.
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