Deseo a los
lectores del blog muchas felicidades en el nuevo año que, ojalá, no resulte tan
aciago como distintas voces pronostican. Es el momento de agradecer visitas, lecturas,
voces de aliento. El contador de Blogger, al que no tienen acceso los lectores
del blog, me informa que se ha producido un inesperado salto cualitativo, en
cuanto al número de páginas visitadas, durante diciembre, por lo que al número
de 10 mil visitas registradas a comienzos de mes hay que añadirles otras cinco
mil verificadas hasta el día de hoy. Una sorpresa sobre la que no puedo ofrecer
explicaciones, porque Blogger no habilita vías de comunicación,
lamentablemente.
En cuanto a
lo leído y comentado en el blog durante el año que hoy concluye destaco dos
libros, que fueron para mí otras tantas gratas sorpresas: ”Manual
para mujeres de la limpieza”, de Lucía Berlín y ”Stoner”,
de John Williams, grandes libros, justicieros
rescates de dos autores inmensos, que bien merecen todos los elogios.
También, y
por suerte, pudimos
deleitarnos con una gran, y por supuesto que extensa, novela de John Irving, “Avenida
de los misterios”, y, en cuanto a autores en nuestro idioma, bueno
resultó acceder al segundo tomo de “Los cuadernos de Emilio Renzi”, de Ricardo
Piglia, esos “días felices” que abarcan el período de su vida que va de 1968 a
1975.
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El inolvidable Kurt |
Y hubo lugar
también para un “festival” de lecturas y relecturas de Kurt Vonnegut, como
fueron las reediciones de su novela ”Madre
noche” y
de los cuentos reunidos en “La cartera del cretino”. Queda,
por fin, mencionar a “Cronomoto”, la última novela que quedaba sin traducir del
gran humorista, que llegó a Argentina casi a fines de este 2016, un año después
de haber sido publicada en España.
Ya que hablo de rescates,
menciono a ”La
presa”, novela de 1938 de mi admirada Irène Némirovsky, así como a "Zona caliente”, excepcional policial de 1953 del muy postergado autor
norteamericano Charles Williams y a la
reedición de los magníficos cuentos de la inglesa/norteamericana/bengalí Jhumpa
Lahiri, “El intérprete del dolor”, libro premiado con el Pulitzer del año 2000.
En el plano
local destaco a ”Helada
negra”, cuentos de Patricia Severín, los
relatos de “El viejo del agua”, de José Luis Pagés y
el poemario de César Bisso “Un niño en la orilla".
Mientras
volvemos a lamentar la muerte del excepcional autor Andrés Rivera, fallecido
este mes, y
seguimos discutiendo si correspondía o no otorgar el Nobel de Literatura a un
baladista como Bob Dylan, aguardamos las novedades que nos deparará el
nuevo año que,
en cuanto a libros, el que mayores conjeturas y expectativas nos
despierta es ”4,
3, 2, 1”, la novela de Paul Auster que conoceremos en nuestro idioma en
septiembre venidero. Ya veremos qué ocurre con el regreso de este significativo
autor al género del que estuvo alejado siete años y al que contribuyó con
tantos títulos meritorios.
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Auster, expectativas |
En 2017 me
propongo continuar con el blog. Espero y deseo reencontrarnos en él. Feliz año.
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