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La muerte de Ulises (Trimeria), de Petros Márkaris.
Tusquets, Barcelona-Buenos Aires, 2016, 176 páginas.
Traducción de Ersi Marina Samará Spiliotopulu.
A diferencia de lo que suele pasar con las historias que
tienen como protagonista al comisario griego Kostas Jaritos –cuyas
aventuras/desventuras volvieran popular al griego Peter Márkaris en el plano internacional-, su libro más reciente está dedicado al cuento, en los cuales sólo dos son
animados por el habitualmente malhumorado policía, ocupando así una especie de
discreto segundo plano.
Quizás cansado de tanto hablarnos de la nada sencilla y
muy duradera crisis griega, Márkaris ha decidido hacer un alto en el camino y
entregar en este nuevo trabajo una serie de cortas y buenas piezas literarias, en
las que su humanismo queda expuesto con claridad al hablarnos de las
víctimas de reiteradas injusticias.
De los ocho relatos que componen el libro, el más
interesante es “Tres días”, casi una novela corta que contradiciendo a su
título transcurre entre el 5 y el 8 de septiembre de 1955, en Estambul, cuando
se produce un atentado contra la casa natal del fundador de la Turquía moderna,
Kemal Atatürk, y las multitudes salen a las calles del país para tomarse
venganza con las minorías griegas que por generaciones han permanecido en esas
tierras que alguna vez les pertenecieran. La caída del imperio de Bizancio y la
consiguiente toma de la entonces Constantinopla por parte de los turcos, marcó
una división entre griegos y otomanos que pese a haber ocurrido en 1453 se mantiene hasta nuestro presente.
En “Tres días”, Vasilis Samartzis, hijo y nieto de
comerciantes, es propietario de una tienda de telas y recibe, de parte de un
turco, la advertencia de que se cuide y haga lo propio con su familia porque la
población está soliviantada por el ataque perpetrado contra la casa de Atatürk,
quien aunque fallecido en 1928, se había vuelto leyenda para la población y
atacar su memoria suponía (y sigue suponiendo) una verdadera herejía para la
mayoría del pueblo turco.
Resulta muy interesante la reconstrucción de época que
logra Márkaris, centrada en el dificultoso clima político por
entonces existente. El autor deja de lado, por suerte, el estilo un
tanto reiterativo que caracteriza a sus relatos del comisario Jaritos para
adentrarse en los pensamientos, emociones y acciones de Vasilis y sus
contemporáneos.
Es muy probable que dicho momento histórico lo haya vivido el
propio escritor o que, en su defecto, haya tenido noticias de primera mano de
los acontecimientos vividos en aquella época (producidos cuando él tenía dieciocho años).
Interesa a Márkaris describir las tensiones que se
vivieron, los hechos de injusticia, la irracionalidad que prevalece sobre la
mesura y el sentido común. Andranik, armenio amigo de Vasilis, en un paisaje
del relato le recuerda que cuando algo malo ocurre en Turquía suelen “pagar el
pato” las minorías (armenios, kurdos, griegos, judíos) y es lo que puntualmente
ocurre en esas jornadas en las que el tendero sufre la destrucción de su
negocio.
La historia deriva hacia la dilucidación de un misterio
familiar (la desaparición inesperada de su abuelo, producida años atrás) con bifurcaciones que vuelven más atractivo al relato.
Los textos restantes. En cuanto al Ulises del relato que da título al libro, se
trata de un griego nacido en Turquía que en su vejez
regresa a Estambul porque, como diría la canción, no se siente “ni de aquí ni
de allá”, pero desea retornar al lugar donde fue sacado por sus padres y vuelve
porque allí “comenzó a soñar".
Bien debe conocer Márkaris el tema, dado que pertenece a
esa minoría de griegos nacidos y criados en territorio extranjero (el autor
nació en Estambul en 1937) y es el extrañamiento, el ser “ajeno” donde se esté
el que prevalece en las mejores páginas de esta selección. Tal como ocurre en
el relato “En terrenos conocidos”, donde un turco que ha vivido la mayor parte
de su vida en Alemania elige un lugar alejado en territorio germano, cercano a la ciudad de Düsseldorf, para pasar allí sus últimos años. Pero su mejor amigo aparece
asesinado y, sin el menor interés, su hijo Murat (que vive en Estambul, donde
es policía) termina investigando el crimen detrás del cual se esconden las mafias y el racismo.
“La destrucción de Pompeya” se detiene en el muy
contemporáneo fenómeno de los emigrantes
que buscan refugio en la Europa del desarrollo, de la que son rechazados en su
enorme mayoría. En este relato, el sacerdote Ioannis Perdikis procura ayudarlos
como mejor puede, ante el rechazo y la condena de sus vecinos y pese a que,
como cristianos que dicen ser, les recuerda los pasajes evangélicos que hablan
de la solidaridad hacia el otro. Malos tiempos se viven, nos dice Márkaris, y
el símbolo de Pompeya presuntamente destruida por sus pecados le sirve como
alegoría de un presente no sólo indiferente sino hostil hacia el dolor ajeno.
No son desdeñables (para nada) los restantes cuentos,
pero a mi manera de ver quedan en un segundo plano en relación a los antes
destacados. La curiosidad estriba en que en los dos relatos protagonizados por
Jaritos, con sendos crímenes a dilucidar, la cultura cobra impensado papel
protagónico, aunque sin dejar bien parados a los “ejecutantes”, víctimas
también ellos, pero de sus egos.
Una interesante selección, sin duda, que reivindica como
buen escritor a quien no por nada en varias oportunidades fue el guionista de
las potentes, y tantas veces inolvidables, películas de su connacional Theo
Angelopoulos (“La mirada de Ulises”, “La eternidad y un día”). Libro
disfrutable, sin duda.
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“Me limité a asentir con la cabeza en silencio, porque sabía que los
griegos arrastramos la maldición de todas las minorías étnicas y no somos
felices en ningún sitio. En Estambul echamos la culpa a los turcos, en Grecia a
los griegos, y así confirmamos el proverbio turco de los males futuros: ‘Lo que
ha de venir te hará añorar lo que ya se ha ido’”.
Fotografías, de arriba a abajo: El líder turco Kemal Atatürk; ciudad alemana de Düsseldorf; el director griego Theo Angelopoulos
Datos para una biografía
Petros Márkaris (Estambul, 1937) es autor de
la exitosa serie de novelas policiacas protagonizadas por el comisario Kostas
Jaritos y compuesta por Noticias
de la noche, Defensa cerrada, Suicidio perfecto, El accionista mayoritario, Muerte en Estambul, Con el agua al cuello, Liquidación final, Pan, educación, libertad y Hasta aquí hemos llegado.
También ha publicado el ensayo La espada de Damocles y el libro de
relatos La muerte de Ulises. Es autor de tres obras teatrales y ha sido guionista de cinco películas de su
connacional Theo Angelopoulos (1935-2012), También escribió otros guiones para
el cine y la televisión. Ha recibido numerosas distinciones, entre ellas el
Premio “Pepe Carvalho” a la mejor novela policial de 2012 y la Medalla Goethe
al año siguiente.
Enlaces de internet
Video
Conversación de Petros Márkaris con
el periodista mexicano Luis Hernández Navarro en ocasión de la Feria
Internacional del Libro de El Zócalo, octubre de 2014, sobre la situación
griega. Subido a YouTube. Duración aproximada: una hora.
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