Falleció
Ángel Balzarino. Murió un consecuente escritor. Una persona de excepción. Un
amigo de mi esposa Zulema, de mis hijos Pablo y Gerardo. De gran parte de mi
vida adulta. Murió hoy, en la ciudad de Rafaela y la noticia nos ha
conmocionado a quienes lo hemos conocido y estimado, no sólo en su ciudad o en
la provincia de Santa Fe, sino en distintos lugares del país, donde obra y
persona eran tamblén conocidas y valoradas.
Escribo
estas líneas con pesadumbre, porque ha fallecido una de las personas con las
que he mantenido un diálogo muy fraterno, a lo largo de las décadas. Lo hago no
para que se conozca mi pesar (contar la intimidad de las personas de manera
pública y sostenida como hoy se lo hace me provoca resistencia, cuando no
fuerte rechazo) sino para hacerles saber a quienes leen este blog que se ha
muerto un escritor infrecuente. Que se ha muerto un hombre bueno, leal, que
bien mereció llevar el nombre que le pusieron sus padres.
Ángel, quien fuera afectado por la poliomielitis cuando era niño, debió desplazarse casi toda su
vida en silla de ruedas y luchó con verdadera valentía contra esa adversidad y muchas más. Lo
hizo siempre con inusitado y contagioso optimismo y con un increíble
sentido del humor, que lo llevaba a sonreír, y hasta reír, de los males que lo
acompañaban. Él, que tanto tenía para quejarse, se afirmaba estoicamente en su
personalidad y daba aliento a los demás. Ocurrió así durante años. Su casa de
la calle Oliber, y su teléfono, eran los lugares donde sus amigos encontraban las
palabras de aliento que necesitaban.
Por
suerte para él, y por suerte para sus múltiples lectores, desde joven llegó la
literatura para acompañarlo, sostenerlo, darle un sentido a su existencia. Lector fervoroso (la Biblioteca Sarmiento, de Rafaela, fue casi su segundo hogar), tuvo en William Faulkner y en Borges a sus mentores, sus guías literarios. Escribió desde siempre. Premios y ediciones lo acompañaron para consolidarlo
como un escritor importante. El “Alcides Greca”, acordado pocos años atrás por
Cultura e Innovación de la provincia, llegó para confirmar lo que sabíamos: que
Ángel escribió novelas y relatos en los que vale la pena detenerse. Que son
difíciles de olvidar.
La
vida es inexorable, lo sabemos, lo sé. Pero duele contar estas cosas. Duele
despedirse de él.
Con motivo del fallecimiento de Ángel, he recibido múltiples comunicaciones y expresiones de condolencia, que se manifestaron por cierto en Rafaela, tanto durante el velatorio de sus restos como en el acto de sepelio. Los medios de comunicación de la referida cabecera departamental dedicaron amplios espacios para recordarlo.
Con motivo del fallecimiento de Ángel, he recibido múltiples comunicaciones y expresiones de condolencia, que se manifestaron por cierto en Rafaela, tanto durante el velatorio de sus restos como en el acto de sepelio. Los medios de comunicación de la referida cabecera departamental dedicaron amplios espacios para recordarlo.
Datos para
una biografía
Ángel
Balzarino nació en 1943 en Villa Trinidad, provincia de Santa Fe, Argentina, y
desde 1956 residió en Rafaela. Publicó trece libros de cuentos: “El hombre que
tenía miedo” (1974), “Albertina lo llama, señor Proust” (1979), “La visita del
general” (1981), “Las otras manos” (1987), “La casa y el exilio” (1994),
“Hombres y hazañas” (1996), “Mariel entre nosotros” (1998), "Antes del
primer grito" (2003), “El hombre acechado” (2009), “La sangre para ellos
son medallas” (2011), “Timbre a la hora de almorzar” (2013, “Todos amábamos a
Virginia Crespi” (2015) e“Historias de proezas y derrotas" (2017), así como
tres novelas: “Cenizas del roble” (1985), “Horizontes en el viento” (1989) y
“Territorio de sombra y esplendor” (1997). Varios de sus trabajos figuran en
diversas antologías, tanto de Argentina como del exterior, muchos de sus
cuentos circulan en Internet y recibió varios premios y distinciones, el
último de los cuales fue el “Alcides Greca” 2014, por obra editada (por su libro
“La sangre para ellos son medallas”). Fue fundador de ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados), entidad que presidió durante varios períodos. Su cuento “Rosa” se encuentra incluido en
ediciones de libros para estudiar el castellano, en Estados Unidos.
En
el blog:
Si.. Te vamos a extrañar Balzarino y mas tu querida Rafaela que se ha quedado ausente al no sentir mas tus letras en su seno materno. En fin, querido Ángel gracias por todo y que Dios te tenga en su santa y eterna Gloria ( Ahora y para siempre).
ResponderEliminarPara mi vida, fue una bendición haberte conocido. Te quiero. Y te quiero.
ResponderEliminarHoy se cumple 1 mes de tu partida.
ResponderEliminarSIEMPRE estaràs presente en mi corazòn!!!
Te recuerdo con ternura y admiraciòn.