"HOCUS POCUS", DE KURT VONNEGUT


                       
Hocus Pocus, de Kurt Vonnegut
La Bestia Equilátera, Buenos Aires, 2019
Traducción de Ariel Dilon
En Argentina: 550 pesos


En cambio, Hocus Pocus es una verdadera novela, siempre y cuando se acepten el estilo y la forma narrativa propios del incalificable autor, testigo y crítico del tiempo que le tocó vivir, implacable con los Estados Unidos, cuyas llagas expuso en forma reiterada apelando a su humor corrosivo, a sus historias que rozaron el absurdo, a veces irritantes y al mismo tiempo muy atractivas. Tanto, que hoy siguen publicándose, o reeditándose, a pesar de que el autor de Matadero Cinco falleció doce años atrás.

Historias estrafalarias, muy cómicas (el humor “disimula” lo terrible) como la que narra en este libro, que nos cuenta la vida y las peripecias de Eugene Debs Hartke, veterano de Vietnam, quien, así como por casi casualidad “desembarcó” en West Point también lo hizo en Tarkington, escuela de Indiana con escasas, por no decir nulas, exigencias académicas.

Pero el comienzo de la historia no se da en la (generalmente) placidez del mundo de los profesores y los alumnos, sino cuando el narrador cuenta que se encuentra encerrado y esperando un juicio, porque se lo considera responsable de una masiva fuga de presos de una cárcel que, dice, se encuentra “aquí enfrente, del otro lado del lago”.

El libro (no puede sorprender tratándose de Vonnegut) se desarrolla en forma fragmentaria, con poca atención a lo cronológico. Está además dividido en pequeños fragmentos, cortados por líneas, puesto que, se advierte en el inicio del texto, su “autor” lo escribió en una biblioteca, a lápiz, en cualquier soporte de papel que tuviera a mano, “desde papel marrón de envolver hasta el reverso de tarjetas de visita”.

El talante “anarquista” del autor, y de su personaje principal, queda develado cuando el narrador aclara que lleva los nombres del varias veces candidato presidencial Eugene D. Debs (“mientras exista una clase baja me contaré entre sus miembros; mientras exista un elemento criminal seré parte de él; mientras haya siquiera un alma en prisión no seré libre”) y del senador pacifista Vance Hartke, ambos de Indiana, como lo fue Vonnegut.

Guerra de Vietnam
El dislate. Ya se sabe que la “marca de fábrica” del autor norteamericano es el humor corrosivo y el disparate. Ocurre también aquí, con la historia de Eugene Debs, quien se confiesa “criminal de guerra” por lo que hizo en Vietnam, cuenta su paso por la universidad y desemboca en el dislate de la cárcel próxima a ella, en la que, luego de diversas peripecias, termina siendo su alcaide.

Dislates, absurdos, que se reiteran en la novela: el protagonista vive, como mejor puede, con dos mujeres dementes (su suegra y su mujer), la cárcel es custodiada por empleados japoneses que no hablan inglés, en Tarkington lo que menos interesa son los antecedentes académicos de sus docentes, que suelen carecer de ellos, la preocupación central de Debs es determinar si tuvo más amantes que la cantidad de asesinatos que cometió en Vietnam… Y así de seguido. 

“Su crítica social más feroz suele aparecer disfrazada de parábola”, ha dicho oportunamente (y de manera acertada) Jay McInerney en el New York Times. Las ácidas referencias a los errores y hasta las tragedias que se verificaban en su país a lo largo de los años que le tocó vivir, los señalaba y remarcaba “escondiéndose” tras el humor y las ironías, cuando no el sarcasmo. La exageración, la boutade o el absurdo evidenciados en sus historias irreales resultaban el camuflaje ideal para sus reiterados cuestionamientos éticos.


La novela, que circuló también en nuestro idioma con el título de Birlibirloque, reitera –también- la habitual mirada pesimista de Vonnegut no solo hacia sus connacionales, sino hacía el mundo, en general. No obstante, pese a tanta situación adversa, nunca cierra del todo la puerta a la esperanza.

Aparte: ¿Se imaginan lo que pensaría, diría, haría el bueno de Kurt en nuestro hoy ante los pensamientos, dichos y acciones de un tal Donald Trump? Algo que sin duda no habrá ingresado ni a sus peores pesadillas.

Hocus Pocus,
edición en inglés
“Shakespeare.
Pienso que William Shakespeare fue el ser humano más sabio del que jamás he tenido noticia. Sin embargo, para ser completamente franco, eso no quiere decir gran cosa. Somos unos animales imposibles de engreídos, y realmente estúpidos como el diablo. Pregúntenle a cualquier docente. Los perros y los gatos son más despabilados que nosotros.
Si digo que los Miembros de la Junta del Colegio Tarkington eran unos idiotas, y las personas que nos involucraron en la Guerra de Vietnam eran unos idiotas, espero que se sobreentienda que me considero a mí mismo el más grande de todos los idiotas. Miren dónde me encuentro ahora, y lo duro que trabajé para llegar aquí y a ninguna otra parte. ¡Bingo!
Y si tengo el sentimiento de que mi padre era un asno y de que mi madre era una asna, ¿qué puedo ser yo, sino otro asno más? Pregúntenles a mis hijos, tanto a los legítimos como a los ilegítimos. Ellos lo saben”. 
(de Hocus Pocus, página 163)

En el blog:






Video: disertación de Kurt Vonnegut del 4.2.2004. Subido a YouTube por Eva Collins el 14.7.18. Duración: 17,37 minutos. En inglés con subtítulos en castellano 

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